Las lavadoras son un electrodoméstico esencial en el hogar, facilitando una tarea que, de otra manera, sería muy laboriosa. Sin embargo, un problema recurrente que enfrentan muchos propietarios es el temblor o la vibración excesiva durante el ciclo de lavado. Este fenómeno no solo es molesto por el ruido que genera, sino que puede dañar tanto la lavadora como el piso donde se encuentra.
Uno de los factores más comunes que provoca este problema es el desbalanceo de la carga de ropa en su interior. Cuando las prendas se distribuyen de manera desigual, se concentra un peso excesivo en un solo lado del tambor. Esto genera un desequilibrio durante el ciclo de centrifugado, causando que la lavadora se mueva violentamente.
Esto puede ocurrir fácilmente si se lava una mezcla de artículos grandes y pequeños, como toallas y sábanas, junto con ropa ligera. Además, lavar una carga que es demasiado pequeña o una sola prenda pesada, como una chaqueta, también puede causar problemas.
Para prevenir este tipo de desbalanceo, es recomendable lavar prendas de tamaño similar juntas y evitar sobrecargar este electrodoméstico.
Otra causa común es una instalación incorrecta. Si la lavadora no está correctamente nivelada, se pueden generar movimientos indeseados. La nivelación adecuada asegura que el peso del aparato esté distribuido de manera uniforme en las cuatro patas, evitando así que se tambalee durante el funcionamiento.
Para verificar esto, se puede utilizar un nivel de burbuja y ajustar las patas según sea necesario. Es importante revisar la nivelación de forma regular, ya que el suelo puede ceder con el tiempo o las patas pueden aflojarse debido al uso constante.
Además, asegurarse de que el electrodoméstico esté colocado sobre una superficie estable y resistente es crucial. Si el piso es demasiado flexible o tiene irregularidades, es posible que se necesite instalar una base de apoyo adicional.
Si bien las causas externas son las más comunes, también existen problemas internos que pueden provocar que una lavadora vibre excesivamente. Dentro de este aparato hay componentes como amortiguadores y resortes que están diseñados para absorber las vibraciones durante el ciclo de centrifugado. Con el tiempo, pueden desgastarse o dañarse, reduciendo su efectividad.
El desgaste de estos elementos es más común en lavadoras que han estado en uso durante varios años, pero también puede ocurrir prematuramente si la máquina ha sido sobrecargada con frecuencia. Cuando los amortiguadores o resortes fallan, el tambor tiene mayor libertad de movimiento, lo que resulta en vibraciones intensas. Si se sospecha que este es el problema, es recomendable contactar a un técnico especializado para que realice una inspección y, si es necesario, reemplace las piezas defectuosas.
Ante cualquier síntoma persistente de vibración, es importante no ignorarlo y buscar la ayuda de un profesional para evitar daños más severos en el equipo o en el hogar. Una lavadora bien cuidada no solo funcionará de manera más eficiente, sino que también ofrecerá una mayor tranquilidad al saber que no causará daños ni molestias innecesarias.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.