Sin lugar a dudas, el televisor marcó una revolución en la forma en que millones de familias tenían un espacio de entretenimiento en sus hogares, además de impulsar el surgimiento de nuevas narrativas para reportar hechos noticiosos, eventos deportivos o historias de ficción.
Pero desde la aparición del primer televisor comercial, creado por John Logie Baird en 1926, este dispositivo electrónico ha tenido una importante evolución tanto en su tecnología y en su apariencia.
Aunque en la actualidad la mayoría de los hogares cuentan con televisores de pantalla plana, muy delgados y con forma rectangular, los Tv no siempre tuvieron ese diseño. Antes del año 2000, estos equipos tenían una apariencia cuadrada y muy robusta, además, sus funcionalidades eran muy limitadas en comparación a lo que hoy en día ofrece un SmartTV.
Pero no todas las personas conocen la razón que impulsó ese cambio de diseño.
¿Por qué los televisores dejaron de ser cuadrados y pasaron a ser a cuadrangulares con pantalla plana?
Vale la pena resaltar que el cambio en de diseño en los televisores inició a finales de los años 90, para ese momento varios fabricantes comenzaron a desarrollar dispositivos con pantallas más y con una mayor resolución.
Según reseña el portal HardZone, en el año de 1997 apareció el primer televisor que tenía una forma rectangular, se trató del “Hi-Vision”, modelo creado por la compañía NHK, el cual manejaba una relación de aspecto de 16:9 y su resolución era de 1.125 líneas por segundo.
No obstante, ese modelo japonés no fue el que ayudó a popularizar el estándar de pantalla ancha. La llegada de los televisores plasma, después del año 2000, fue la que ayudó a que los TV rectangulares se convirtieran en el diseño ideal para equipos de alta definición.
Pese a que los televisores plasma representaban una tecnología que no era del todo eficiente, debido a que su pantalla era propensa a dañarse con gran facilidad, ese sistema ofrecía la posibilidad de tener un TV más delgado y de mayor tamaño. Dichas cualidades fueron muy bien recibidas por los usuarios, pues en esos días era algo increíble el poder contar con un televisor de 40 pulgadas.
Gracias a los equipos plasma, los fabricantes desarrollaron dispositivos con mejor calidad de imagen junto a un diseño más funcional, así aparecieron los televisores con pantalla LCD y LED.
Pero el factor que más ayudo a que los televisores rectangulares de pantalla ancha se convirtieran en un estándar global fue que poco a poco se comenzaron a transmitir más contenidos en formato de pantalla ancha (16:9), lo cual representaba un importante cambio en la experiencia de visualización.
Dicho formato fue adoptado para películas y programas de televisión, posteriormente en las plataformas de contenido vía streaming como Netflix, esto representó una considerable mejora en la calidad de la imagen al momento de visualizar shows de TV, eventos deportivos o jugar videojuegos.
Precisamente por ello, en años posteriores los fabricantes empezaron a dedicar sus esfuerzos en desarrollar modelos capaces de ofrecer resolución en alta definición (HD o high definition en inglés), luego 4K y 8K.
Hay que subrayar que con la llegada de los televisores inteligentes estos dispositivos adquirieron la capacidad de ofrecer nuevas funcionalidades que se ajustan mucho más a las necesidades de sus usuarios, puesto que estos dispositivos ahora son mucho más que un recurso para el entretenimiento.
Actualmente, los SmartTV pueden ser usados como una herramienta de comunicación que permite sostener videollamadas, también pueden ser empleados como un medio para acceder a contenidos educativos e incluso existen modelos que se convierten en un artículo decorativo del hogar al proyectar en su pantalla la imagen de reconocidas obras de arte.