¿Es posible que la inteligencia artificial (IA) influya en los resultados de un negocio? La respuesta es sí y está basada en estudios globales de cómo organizaciones de todos los niveles están integrando en sus estrategias a las IA como ejes de valor en los proyectos de transformación digital.
Investigadores del británico Business Process Management Journal revisaron más de quinientos casos de transformación digital, en los que se involucraron soluciones basadas en inteligencias artificiales de IBM, AWS, Cloudera, Nvidia, Conversica, Universal Robots y otras firmas, encontrando una correlación directa entre los resultados del negocio y el avance de la IA como mediadora en sus procesos y toma de decisiones.
“Las organizaciones que han adoptado innovaciones tecnológicas asociadas a la inteligencia artificial con el fin de adaptarse a su ecosistema o generar disrupciones, logran, al tiempo, desarrollar y optimizar sus ventajas estratégicas y competitivas. La IA expresa plenamente su potencial a través de su capacidad para optimizar los procesos existentes y mejorar los efectos de automatización, información y transformación, pero, también, para detectar, predecir e interactuar con los seres humanos”, señala el estudio titulado Influencia de la Inteligencia Artificial (IA) en el rendimiento de las empresas: el valor empresarial de los proyectos de transformación basados en la IA.
Para el caso colombiano, el 72% de los ejecutivos de compañías que ya han pasado a una etapa de integración efectiva de sus soluciones de IA, señalan que sus compañías hoy dependen de esas inteligencias para funcionar de forma efectiva, de acuerdo a cifras de Accenture.
Sin embargo, es importante anotar que un 63% de las compañías de la región pareciera haberse quedado estancada en una fase de experimentación con IA, perdiendo la posibilidad de generar crecimientos hasta del 50% en sus ingresos, tal como lo refiere el estudio Techvision 2022 de la consultora global.
“Las iniciativas de IA a menudo se dirigen con timidez y se ven obstaculizadas por la ‘piloto-itis’, una fijación en los proyectos piloto a expensas de la escala. En este sentido, el CEO debería ser el líder de la IA”, señaló José Milton, Associate Director de Applied Intelligence de Accenture Colombia.
Entonces, ¿qué debería considerar esa cabeza del corporativo para que sus estrategias de inteligencia artificial se traduzcan en valor para el negocio? Tanto los analistas del Reino Unido como la firma consultora coinciden en que estos son algunos de los pasos que puede seguir el C-Level en su camino hacia la IA de valor.
El conocimiento es poder. En el caso de las estrategias con IA el conocimiento sobre cuál es su potencial marca la diferencia entre tomar buenas o malas decisiones en relación con hacia dónde enfilar sus capacidades. En el caso de un medio de comunicación en la India que integró IA para predecir mejor a sus audiencias, el resultado, luego de un proceso de desarrollo de competencias para el liderazgo estratégico apoyado en IA, es que las decisiones de la compañía se toman hoy casi un 90% más rápido y con mayor asertividad.
Todos alineados con la estrategia. Aquí el llamado es para los datos, las soluciones de IA que los procesan y operan, y los equipos que definen cómo configurar estos sistemas. Un ejemplo de esta alineación es una refinería francesa que creó una ‘fábrica digital’, en la que los científicos de datos, los desarrolladores y otros especialistas vinculados a los procesos clave mediados por tecnología, se enfocaron en comprender las necesidades de los clientes y, a partir de este norte, definir acciones que deriven en una generación de más de mil quinientos millones de dólares anuales en ingresos para la compañía a 2025.
Arriesgarse con IA o perder sin ella. Este es un llamado claro a definir inversiones y fijar presupuestos que impulsen el avance de las soluciones con la misma aceleración que se espera obtener resultados de ellas. La estimación de Accenture en este frente es que para 2024 la mitad de las organizaciones que haya incluido IA en su norte estratégico, invertirá al menos un 30% de su presupuesto para consolidarlas (versus un 19% de inversión a 2021).
Humanos a cargo y máquinas operando. Como estandarte del rol decisor de las personas y la necesidad de comprender cómo, al igual que otras tecnologías, la inteligencia artificial tiene sus limitaciones, empezando por saber que las recomendaciones que entrega son tan buenas como los datos y las suposiciones en las que se basa. En este sentido, más allá de los aspectos estrictamente de negocio, el diseño de las IA ha de estar mediado por principios de justicia, ética, responsabilidad y transparencia, y sus bases de construcción deben incluir preceptos que generen confianza entre los clientes, los empleados, otras empresas y la sociedad en general.
Los estudios de caso concluyen que existe un alto grado de influencia de la IA, tanto a nivel organizacional como de rendimiento de los procesos, pero esto solo es posible cuando, en simultánea, se le considera no como una tecnología única, sino como un conjunto/combinación de las distintas configuraciones de tecnología y estrategia en diversas industrias.