Para nadie es un secreto que los celulares se han convertido una herramienta esencial de la vida diaria, ya que permiten a las personas estar conectados en todo momento.
Sin embargo, esta omnipresencia tecnológica ha generado debates en el entorno laboral sobre si una empresa puede o debe prohibir a sus empleados el uso del celular durante las horas de trabajo.
Esta cuestión no solo se centra en la productividad, sino también en la moral, la satisfacción laboral y el equilibrio entre vida profesional y personal.
¿Le pueden prohibir usar el celular en el trabajo?
En el Código Sustantivo del Trabajo no existe puntualmente un apartado en el que se hable del uso del celular en el trabajo. Cabe destacar este documento establece regulaciones y disposiciones relacionadas con las relaciones laborales, derechos y deberes de los empleados y empleadores, así como otros aspectos relacionados con el ámbito laboral.
Sin embargo, en relación con el uso específico del celular en el trabajo, el código no suele abordar este tema de manera detallada. Las regulaciones sobre el uso del celular en el trabajo generalmente se establecen en las políticas internas de la empresa y en los acuerdos laborales entre las partes.
De todos modos, en la sentencia T-690-15 las Altas Cortes sí ha profundizado en el tema. Pues, la Corte Constitucional atendió el caso de un hombre que había sido despedido por utilizar su celular durante la jornada laboral, puesto que la empresa había generado una cláusula que restringía el uso del celular en el trabajo.
Por su parte, el empleado indicaba que se sentía vulnerado, ya que la razón por la que estaba pendiente de su celular era porque su padre se encontraba en un grave estado de salud.
Ante la situación, la Corte explicó que aunque las empresas tienen la facultad de establecer limitaciones y prohibiciones sobre el uso del celular en el reglamento interno del trabajo, deben respetarse unos mínimos de proporcionalidad.
Si bien se trata de requisitos que ayudan a optimizar el rendimiento y controlar el desempeño de los empleados, el tribunal señala que estas normas deben atender criterios de razonabilidad y proporcionalidad.
De igual manera, resaltó que estas cláusulas deben estar dispuestas en el contrato, en el documento de convenios colectivos, en el reglamento interno de la empresa o en algún documento vinculante para los trabajadores que sea de conocimiento público.
Así las cosas, el empleador tiene toda la potestad de prohibir el uso del celular en el trabajo, pues paga por 8 horas de trabajo que deberían estar usadas 100% en actividades laborales, según explica la Corte Constitucional. No obstante, el trabajador puede utilizarlo durante su tiempo de descanso.
Encontrar el equilibrio adecuado entre permitir y restringir el uso del celular en el trabajo depende de varios factores, incluida la naturaleza de la industria, la cultura de la empresa y las expectativas laborales.
Algunas empresas pueden implementar políticas que permitan el uso limitado del celular durante los descansos o momentos de inactividad, mientras que otras pueden optar por restringir su uso durante las horas de trabajo concentrado.
La comunicación clara y la educación son esenciales al implementar políticas relacionadas con el uso del celular. Los empleados deben comprender las razones detrás de estas políticas y cómo pueden contribuir al éxito general de la empresa. Además, las políticas deben ser aplicadas de manera justa y coherente para evitar malentendidos o sentimientos de trato injusto.