Bajar el consumo del servicio de energía y agua es uno de los objetivos de muchas familias debido a los altos costos de los recibos y el impacto que tiene en el costo de vida.
Una de las medidas es reducir la utilización de algunos electrodomésticos, como el caso de las lavadoras, para lo cual, los especialistas han hecho algunas recomendaciones que nos permita un ahorro real que se vea reflejado en la factura mensual.
Entre estas se encuentran utilizar el ciclo de lavado correcto, llenar la lavadora al máximo, usar agua fría, utilizar una lavadora de carga frontal, lavar con un detergente de alta eficiencia, recurrir a un programa de ahorro de energía, mantenerla limpia y libre de obstrucciones y, en lo posible, comprar una lavadora eficiente.
En relación con este último punto, es importante tener en cuenta que en el mercado se encuentran aparatos más modernos que nos ayudan en ese propósito.
Se trata de lavadoras con etiqueta energética A, que son los modelos más eficientes del mercado que pueden ayudar a reducir el consumo hasta en un 50 % en comparación con otros modelos con menor clasificación.
Estas últimas cuentan con innovaciones y tecnologías que no solo contribuyen al consumo de energía, sino que mantienen un óptimo ciclo de lavado.
En este caso, están las llamadas lavadoras autodosificación, que utilizan la cantidad de detergente y suavizante óptimo según la carga, o las que cuentan con wifi, que le permite a una persona programar el encendido y apagado de la lavadora desde el celular, además de recomendarle uno u otro programa según el lavado.
Al estar conectadas pueden ser manejadas de forma remota e, incluso, a la persona le puede llegar una notificación cuando el lavado termina. Además, avisan si el aparato tiene algún desperfecto, si es momento de hacer una limpieza o un mantenimiento.
Pero así como opera para el periodo de lavado, esta tecnología se aplica también para el secado, que se puede controlar a distancia, teniendo en cuenta, además, que tiene un proceso más largo que el de lavado.
Estos electrodomésticos de alta eficiencia energética cuentan, además, con una gran capacidad de carga, que permite un mayor ahorro de agua y el lavado de una gran cantidad de ropa sucia en un mismo ciclo.
El bajo consumo de agua obedece a que ofrece un ciclo mucho más eficiente, de manera que se puede aprovechar al máximo los recursos utilizados para una limpieza en profundidad de todas las prendas.
Algunos de los modelos de estas lavadoras incluyen programas automáticos que son capaces de ajustar el ciclo de lavado en función de la cantidad y el tipo de tejido introducidos.
De esta manera, ofrecen un mayor ahorro tanto en el consumo de energía, de agua e incluso de detergente, a través del llamado “Programa ECO”, que utiliza temperaturas de lavado más bajas y minimiza la cantidad de agua requerida.
Pero así como opera para el periodo de lavado, esta tecnología se aplica también para el secado, que se puede controlar a distancia, teniendo en cuenta, además, que tiene un proceso más largo que el de lavado.
En concreto, a la hora de comprar una lavadora eficiente se deben tener en cuenta algunos factores: la eficiencia energética, que se mide a través de una escala llamada “clasificación de eficiencia energética” o “letra de eficiencia energética” (A +++ a D).
Los expertos han señalado que una lavadora con una letra A +++ es la más eficiente en términos de energía, mientras que una con una letra D es la menos eficiente.
También, es importante considerar el tamaño y la capacidad de carga, las características adicionales (como programas especiales para diferentes tipos de ropa o tecnologías para reducir el desgaste de la ropa), la marca y el precio.
Se debe adquirir una lavadora con una clasificación de eficiencia energética A+++ o A++ y con una capacidad de carga adecuada a las necesidades de lavado en el hogar, para lo cual es importante leer las reseñas de los productos y comparar precios antes de comprarla.