En el tecnológico mundo de hoy todos han oído hablar acerca de Big Data. Muchos manejan el concepto, pero pocos se han detenido a entender a profundidad de qué se trata, y sólo un porcentaje está percibiendo sus beneficios. En términos sencillos, el Big Data es un concepto que define el gigantesco rastro de datos que usuarios y empresas dejan cada segundo en internet. El informe global de la empresa BSA entregó una cifra diciente: más del 90 % de los datos del planeta se crearon en los últimos dos años. El estudio destacó la forma como la emergente economía impulsada por los datos afecta varios sectores, como la producción, el transporte, la energía, la agricultura, la educación y la salud. Mediante el análisis de datos y sensores marinos que monitorizan olas, corrientes y otros aspectos, los investigadores utilizan eficazmente los análisis de datos para optimizar la predicción de tsunamis y diferentes desastres naturales. Ejemplos del Big Data Mediante el seguimiento de más de 1.000 datos por segundo, investigadores demostraron a médicos que los bebés prematuros con signos vitales atípicamente estables se correlacionaban con graves cuadros de fiebre al día siguiente, lo que permitió que se tomaran medidas preventivas. La movilidad puede mejorar. En Estocolmo, Suecia, se instalaron 1.600 sistemas de GPS en taxis para recolectar datos del flujo del tránsito. Después, se usó software para analizar estos datos e informarle al Departamento de planificación urbana con el fin de disminuir la congestión. ¿Y cuál fue el resultado?  El tránsito disminuyó en 20 %, se tarda la mitad en llegar al destino y las emisiones vehiculares se redujeron en 10 %. El área rural puede florecer con mayores rendimientos de cosechas. Los agricultores, desde Iowa hasta India, usan datos de semillas, satélites, sensores y tractores para tomar mejores decisiones acerca de qué cultivar, cuándo plantar, cómo hacer un seguimiento de la frescura de los alimentos y cómo adaptarse a los cambios en el clima. En cuanto a la construcción, los datos ayudan al diseño de edificios de bajo consumo energético. En los Emiratos Árabes Unidos, las nuevas herramientas de datos se usan para diseñar el primer edificio de energía positiva del mundo, edificio que produce más energía que la que consume. El modelo se podría implementar mundialmente y crear un impacto en la huella de carbono global. Por su parte, el ministro de las TIC, David Luna, insiste en el enfoque humanista del Big Data. Destacó que el fortalecimiento de la industria local de los datos “impacta en temas como la generación de empleo y el apoyo al emprendimiento, componentes integrales del Plan Vive Digital para la Gente”. Sin embargo, esta tendencia sigue siendo lejana en países como Colombia. La confusión reina Las grandes organizaciones tienen en frente un reto gigantesco: ¿Qué hacer con esa cantidad de datos que día a día entregan los usuarios? No se trata simplemente de almacenarlos o guardarlos. Se trata de sacarle el jugo a esa información no sólo para vender más, sino para brindarle mejores experiencias de consumo. Para David López, de las empresa Praxis, “el Big Data ha sido malentendido como una solución para el almacenamiento y el procesamiento de grandes volúmenes de datos, dejando de lado su principal beneficio: el análisis y la gestión de la información”. Por su parte, Steve Tood, de la empresa EMC, asegura que para el año 2024, tendremos establecida en su totalidad la economía de la información, donde los datos son cruciales para aquellas empresas que buscan detectar en forma predictiva nuevas oportunidades para obtener una ventaja competitiva.