Así como los celulares y demás dispositivos móviles se han convertido en herramientas de uso diario para millones de personas en el mundo, los accesorios o gadgets que van de la mano con estos artefactos también presentan una alta demanda.
El caso más representativo es el cargador, pues su función es ser el puente entre la fuente de poder y la batería del dispositivo para que esta se llene de energía y pueda funcionar correctamente.
Teniendo en cuenta que el consumo de energía varía en función del dispositivo y su uso, no es raro ver que algunas personas llevan consigo un cargador para mantener a punto la batería de su celular o computador portátil.
Sin embargo, es importante tener en cuenta algunos detalles frente al uso correcto que se les debe dar a los cargadores. En primer lugar, la desatención o el afán puede conducir a uno de los errores más frecuentes: dejarlo conectado, pero sin que esté alimentando batería alguna.
Un mito común señala que los cargadores siguen gastando energía a pesar de que no estén conectados a un dispositivo. De acuerdo con el portal especializado en tecnología Xataca Android, esta creencia es real, aunque la verdad es que el gasto total de electricidad no resulta particularmente alto.
“Los cargadores de batería incluyen distintos circuitos integrados con una bobina interna de cobre que se encarga de transformar el alto voltaje y amperaje de la toma directa de corriente a los valores mucho más bajos que requiere un móvil (los cargadores también convierten la electricidad alterna en continua). Dicha circuitería no se desconecta por completo cuando quitamos el móvil del cable, ya que una mínima parte de energía sigue circulando por la bobina. Esta es la razón por la que continúan consumiendo electricidad de forma pasiva, en modo fantasma”, explica el citado portal.
En consecuencia, dadas las características propias de los cargadores, estos gadgets seguirán consumiendo energía mientras continúen conectados a una fuente de poder. Aun así, el valor del gasto resulta mínimo, por lo que en realidad sería casi imperceptible a la hora de pagar el recibo.
¿Por qué es importante desconectar el cargador cuando no esté en uso?
El hecho de que el gasto de energía sea ínfimo no quiere decir que dejar conectado el cargador sea una práctica que no trae consecuencias. Al contrario, el principal riesgo rodea puntualmente el funcionamiento del gadget.
Cuando un cargador está conectado tanto a la fuente de poder como al dispositivo que está nutriendo de energía, el usuario puede notar que este se calienta exponencialmente. En tal virtud, uno de los riesgos de dejar conectado el cargador todo el día es que su funcionamiento se podría deteriorar a causa del desgaste de sus partes internas.
Pero eso no es todo, un riesgo aún mayor incluye la integridad del hogar o del sitio en que el cargador esté conectado. Una falla inesperada o la misma subida de temperatura podría dar paso a un cortocircuito, lo que a su vez podría causar un incendio.
Teniendo en cuenta que dejar el cargador conectado supone varios riesgos, no solo para el dispositivo sino también para el usuario, lo mejor es curarse en salud y utilizar este gadget solo cuando es necesario. Ser prácticos a la hora de usar estos elementos podría contribuir a no deterior su funcionamiento.
En ese sentido, el uso correcto de los cargadores convencionales pude sintetizarse en los siguientes puntos:
- Conectarlo para cargar el dispositivo y desconcertarlo una vez finalice la carga.
- Verificar que todas las partes del cargador (powercube o cabeza, cable, entrada y enchufe) no evidencien daños.
- En el caso del cable, este puede pelarse con el tiempo. De ser el caso, una solución temporal es recubrirlo con cinta aislante, aunque si el daño es demasiado lo mejor es reemplazar todo el cargador.