En el vasto mundo de las flores, hay algunas que destacan por sus colores vibrantes, su fragancia cautivadora o su singular belleza. Sin embargo, existen otras especies mucho menos conocidas que poseen características asombrosas y sorprendentes. Una de estas raras flores, que puede superar la estatura de un ser humano y emanar un olor nauseabundo, es la Amorphophallus titanum, conocida comúnmente como la “flor cadáver”.

El origen de la flor cadáver

La Amorphophallus titanum es originaria de las selvas tropicales de Sumatra, en Indonesia, donde las condiciones de humedad y temperatura permiten que esta flor crezca en todo su esplendor. Es una de las plantas más grandes del mundo, con una estructura que puede superar los dos metros de altura, y su floración es un espectáculo inusual.

Miden una "flor cadáver": 78 cm de ancho, 163 cm de alto. | Foto: Getty Images

La flor, que recuerda a un gran capullo, solo florece cada varios años y permanece abierta por un corto período de tiempo. Durante ese breve lapso, la planta emite un olor intensamente desagradable, similar al de un cadáver en descomposición, lo que le ha valido su nombre.

A lo largo de los años, este fenómeno ha desconcertado a los expertos. La respuesta parecía estar relacionada con los insectos que la polinizan, ya que los compuestos que emite atraen a escarabajos y moscas, los cuales son responsables de la polinización de esta rara especie. Sin embargo, la ciencia detrás de este proceso era aún un misterio, hasta que un reciente estudio reveló detalles sorprendentes sobre la termogénesis de la planta.

Un descubrimiento científico detrás del olor fétido

Recientemente, un estudio realizado por investigadores y publicado en PNAS Nexus ha arrojado luz sobre cómo la Amorphophallus titanum produce ese olor nauseabundo. Los científicos descubrieron que la planta genera calor a través de un proceso conocido como termogénesis. Este fenómeno, que también se observa en otros organismos, permite que la flor aumente su temperatura interna para liberar compuestos químicos sulfurosos.

La investigación identificó que, en el proceso de termogénesis, la flor produce altos niveles de metionina, un aminoácido esencial que se encuentra en muchos organismos vivos. Este compuesto es clave para la creación de los olores fétidos que caracterizan a la Amorphophallus titanum. Además, los científicos encontraron que la flor también produce enzimas activas que generan putrescina, otro compuesto responsable del olor a descomposición, presente tanto en la planta como en los cadáveres de los animales.

El proceso químico detrás de la flor de dos metros

Los hallazgos del estudio no solo explican el origen del desagradable olor de la flor cadáver, sino que también han permitido a los investigadores entender mejor las complejas vías metabólicas de la planta. Según el análisis, los principales compuestos responsables del aroma son el disulfuro de dimetilo y el trisulfuro de dimetilo, que se producen gracias a la metionina. Además, la putrescina, que se deriva de otro aminoácido llamado arginina, fue identificada como un componente esencial en la creación del olor fétido.

La Titan Arum, una flor de más de dos metros, libera un olor tan fétido que se ha ganado el nombre de "flor cadáver". | Foto: ©2018 Michael Thirnbeck

La investigación también reveló cómo los tejidos de la planta contribuyen a la termogénesis y la producción de estos compuestos volátiles. Los niveles de metionina libre y putrescina disminuyen rápidamente durante este proceso, lo que está relacionado con su papel crucial en la generación de los olores. Los científicos han propuesto modelos que explican cómo la flor utiliza su calor interno para movilizar estos compuestos químicos, que a su vez atraen a los insectos que se encargan de su polinización.

El hallazgo de estos mecanismos moleculares abre nuevas puertas para el estudio de la Amorphophallus titanum, no solo en términos de su biología y adaptación, sino también en el ámbito de la investigación sobre el uso de compuestos químicos en otras especies.