Este viernes, la NASA anunció que el róver Perseverance recolectó dos muestras de roca en Marte que probablemente sean de origen volcánico, destacando que la presencia de sales en las mismas podrían ser un indicio de condiciones favorables a la vida en tiempos remotos.
“Parecería que nuestras primeras rocas revelan un entorno potencialmente habitable”, señaló Ken Farley, científico responsable de Perseverance, citado en un comunicado.
A principios de agosto, el astromóvil había fracasado en su primer intento por recoger una muestra de roca, bautizada en aquella ocasión Roubion, a raíz del carácter demasiado friable –que se desmenuza fácilmente– del mineral.
Tras ese fracaso, el róver continuó su trabajo y finalmente seleccionó otra piedra más dura, bautizada Rochette. Perseverance extrajo una primera muestra de la roca la semana pasada y otra dos días más tarde, del mismo pedazo de mineral, considerado particularmente interesante por la NASA.
Las dos “zanahorias”, de 6 cm de largo cada una, fueron guardadas en tubos sellados y conservadas dentro del rover.
El rover trabaja en una zona denominada cráter de Jezero, que según los científicos albergó en su seno un lago profundo hace 3.500 millones de años. Sin embargo, se desconocía si las rochas que se encuentran en su lecho eran de naturaleza volcánica o sedimentaria.
“Según las observaciones realizadas hasta ahora, deducimos que Roubion y Rochette provienen de antiguos derramamientos de lava”, declaró en rueda de prensa Katie Stack Morgan, miembro del equipo científico del róver.
Las rocas volcánicas son particularmente útiles, dado que pueden ser fechadas con precisión. Por otra parte, esas rocas “muestran indicios de interacciones importantes” con agua, agregó.
Contienen efectivamente sales minerales, que se depositaron probablemente al evaporarse el agua. Ello confirma que hubo presencia de agua durante un largo periodo, concluyeron los expertos.
La NASA planea una misión para traer alrededor de 30 muestras a la Tierra en la década de 2030. Los científicos podrían así realizar análisis más detallados con el objetivo de confirmar si hubo vida microbiana en Marte.
Cabe recordar que el pasado 1.° de septiembre la NASA confirmó que el róver Perseverance logró tomar su primera muestra de roca en Marte. Al principio, la institución no estaba segura de que el explorador había recogido con éxito su valiosa carga, pues las fotografías iniciales se tomaron con poca luz y no eran claras.
Después de tomar una nueva foto para que el control de la misión pudiera verificar su contenido, Perseverance transfirió el tubo hacia adentro del robot para tomar medidas e imágenes adicionales, y luego selló herméticamente el contenedor.
“Este es un logro trascendental y estoy ansioso de ver los increíbles descubrimientos del Perseverance y de nuestro equipo”, dijo para ese momento el administrador de la NASA, Bill Nelson en un comunicado.
Thomas Zurbuchen, administrador asociado de Ciencia, comparó el logro con las primeras muestras de roca tomadas de la Luna, que hoy aún son invaluables para los investigadores.
El sistema de muestreo y almacenamiento de Perseverance es el mecanismo más complejo que jamás se haya enviado al espacio, con más de 3.000 piezas.
El objetivo era una roca del tamaño de un maletín apodada Rochette, proveniente de una cresta de 900 metros de largo y que es particularmente interesante para la geología, pues contiene antiguas capas expuestas de lecho rocoso.
Perseverance utiliza un taladro y una broca hueca en el extremo de su brazo robótico de dos metros de largo para extraer muestras.
Tras perforar la roca, el róver hizo vibrar la broca y el tubo durante un segundo cinco veces en un procedimiento destinado a limpiar el borde del tubo de material residual y deslizar la muestra adentro.
El robot aterrizó en el antiguo lecho de un lago llamado cráter Jezero en febrero, en el marco de una misión para buscar signos de vida microbiana antigua por medio de un conjunto de sofisticados instrumentos montados en su torreta.
*Con información de la AFP.