El crecimiento de las redes sociales ha transformado significativamente los hábitos y comportamientos de la población. En la actualidad, resulta casi inconcebible que las personas no compartan aspectos de su vida cotidiana, sus experiencias y mucho más a través de estas plataformas digitales.
Sin embargo, este fenómeno ha traído consigo una serie de riesgos cada vez más presentes en el ámbito de la seguridad en línea. Para muchos usuarios, la exposición de datos personales y la consideración de escenarios, que podrían comprometer su privacidad, no parecen ser una prioridad, lo que conduce a una subestimación de las posibles amenazas.
Este panorama de vulnerabilidad plantea un desafío urgente, pues la falta de conciencia sobre las implicaciones de compartir información personal en redes sociales, puede llegar a tener graves consecuencias para los usuarios. De hecho, los ciberdelincuentes suelen aprovecharse de los mismos para ejecutar campañas maliciosas y, en el peor de los casos, robarlos.
Según varios expertos en seguridad informática, los riesgos más comunes a los que se exponen los usuarios cuando se publica información sensible son fraudes en identidad, recibir atención no deseada o el ‘doxing’, el cual es la recopilación de información personal con el fin de obtener un beneficio.
Por lo anterior, la necesidad de una educación más profunda sobre la ciberseguridad se vuelve imperativa en un mundo interconectado donde la protección de datos personales puede llegar a ser tan importante como la libertad de expresión y la interacción social.
Afortunadamente, en la búsqueda de mejorar los filtros de seguridad, los usuarios pueden ejercer ciertos cambios en sus hábitos que, indudablemente, reducen el riesgo de su seguridad. De acuerdo con expertos en privacidad de Kaspersky, empresa de seguridad tecnológica, cuando se publica contenido en redes sociales se debe:
1. No dar detalles de su ubicación
Evite compartir fotos que puedan revelar los lugares que visita con frecuencia, en particular de su hogar. Las imágenes que contienen referencias identificables, como señales de tráfico o geoetiquetas, pueden indicar la ubicación de una persona, incluso los detalles sutiles pueden llegar a aumentar el riesgo.
Para minimizar estos riesgos, es mejor compartir este tipo de fotos solamente con amigos y familiares, además de optar por imágenes que no tengan características identificables cuando se publiquen o se compartan.
2. Publicaciones a destiempo, deje atrás las actualizaciones en tiempo real
Compartir información en tiempo real, como la ubicación actual, cuánto tiempo estará allí o cómo se ve, puede atraer atención no deseada.
Lo más seguro para estos casos es limitar las actualizaciones a un círculo de amigos. Así mismo, para un público más amplio, considere compartir estas actualizaciones después de que hayan concluido sus planes, lo que llega a garantizar su seguridad personal.
3. Cuide los detalles, sobre todo si hay documentos
Antes de publicar cualquier tipo de material, es importante revisarlo cuidadosamente para ver si contiene información sensible visible, como documentos de identidad, domicilio, historiales médicos, recetas, estados de cuenta o facturas de servicios públicos.
Pues, este tipo de información debe mantenerse privada y solo compartirse con amigos cercanos o familia, ya que podría usarse indebidamente si alguna de sus redes sociales llega a ser vulnerada o hackeada.
4. Irse de viaje no significa publicar todo en redes
Cuando esté de vacaciones, es más seguro compartir actualizaciones y fotos solamente con un grupo cercano de amigos. Estar lejos del trabajo puede generar oportunidades para ataques dirigidos, ya sea suplantación de identidad o ciberestafas.
Es importante mantener los planes de viajes en privado hasta regresar a casa. Las experiencias se pueden compartir, posteriormente, con un público más amplio sin la necesidad de comprometer la seguridad propia.