Según el estudio Uniendo la tecnología y la sostenibilidad de Accenture, las organizaciones con un alto grado de evolución en sus objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), no solo generan mayor rentabilidad, sino que también obtienen un promedio mayor de 4 puntos porcentuales cuando se evalúa su cercanía con la meta de emisiones cero, propuesta para 2030.
“A medida que las empresas establecen objetivos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) cada vez más ambiciosos, sus estrategias de sostenibilidad y tecnología deben alinearse más estrechamente”, señala María Fernanda Suárez, presidenta ejecutiva de Accenture Colombia.
“Más allá de la gran meta compartida de proteger a las personas y al planeta, que es fundamental y se alinea con el propósito de las grandes organizaciones, hemos identificado que las empresas con un desempeño de sustentabilidad más alto en sus indicadores ESG tienen mejores resultados financieros que sus pares. Por lo que, así como la transformación digital requiere que todas las empresas se convirtieran en empresas de tecnología, una vez se tenga a la tecnología en el centro, las empresas podrán facilitar su tránsito hacia la sostenibilidad”, continúa la ejecutiva.
Eficiencia costo-energética derivada de la gestión de la data para la toma de decisiones en las operaciones; optimización de los sistemas de almacenamiento a través de la nube; mejores prácticas adoptadas para reducir el impacto ambiental del enfriamiento de los servidores; Internet de las Cosas (IoT) e Inteligencia Artificial para automatizar lo que sea posible. Estas son algunas formas en que la tecnología apoya el camino hacia las emisiones cero.
Pero, aunque técnicamente el camino está identificado, la tarea no ha sido tan sencilla y los líderes en tecnologías corporativas identifican algunas barreras fundamentales para su evolución.
- Falta de soluciones y estándares: 40% de los CIO a nivel global cree que las soluciones correctas no están disponibles o aún deben madurar, incluida la disponibilidad del talento adecuado para liderar iniciativas a través de ellas.
- Complejidad: casi el 33% tiene dificultades con la complejidad de las soluciones o con la sostenibilidad de sus sistemas heredados. Incluso un 12% aún tiene pendiente migrar a la nube desde sus centros de datos locales.
- Falta de conciencia: alrededor del 20% no es consciente de las consecuencias no deseadas de la tecnología o si la tecnología que utilizan es sostenible.
Entonces, ¿cómo hacer realidad la mezcla entre negocio y sostenibilidad a través de la tecnología? El estudio señala tres factores clave para que los líderes corporativos puedan impulsar esta sinergia.
- Acelerar las emisiones cero, a través de la integración de ciclos de desarrollo de software que sean ‘más verdes’, lo que significa tomar un enfoque proactivo y estratégico de la sostenibilidad desde el inicio del ciclo de vida, considerando su potencial para la eficiencia energética en todas las etapas, desde la definición de los requerimientos de usuario, hasta el diseño, implementación, prueba y mantenimiento de las soluciones.
- Construir sistemas confiables, con la incorporación de privacidad, equidad, transparencia, solidez y accesibilidad. Uno de los aspectos más críticos en este frente tiene que ver con las cadenas de suministro, que representan el 60% del total de emisiones a nivel global, por lo que cada dato cuenta y será gracias a la tecnología que se marquen diferencias significativas entre los líderes y los rezagados en términos de ESG.
- Formalizar los mecanismos de gobernanza correctos, empezando por reconocer que cumplir con la sostenibilidad en tecnología requerirá estructuras de gobierno claras que definan principios, prácticas y métricas para eliminar la inercia y las prioridades, respaldadas por la capacitación en toda la empresa, lo cual supone un liderazgo flexible en términos de visión de futuro.
“Al igual que lo hemos hecho con la tecnología, necesitamos pasar del discurso a la estrategia y entender que la sostenibilidad no solo es positiva para el entorno sino también para el negocio. Pero lograr las metas fijadas a 2030 en términos de sostenibilidad no puede ser una tarea aislada, las organizaciones necesitarán compartir datos y mejores prácticas, acordar estándares y especificaciones, y establecer mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Se trata de aprovechar el poder del ecosistema, que reconoce las interdependencias entre organizaciones, partes interesadas y tecnología”, concluye Suárez.