En los últimos meses, las estafas laborales han evolucionado, utilizando mensajes personalizados y promesas de ingresos rápidos para atraer víctimas. Una de las tácticas más comunes comienza con una llamada inesperada en la que una locución informa sobre una supuesta oferta de empleo. Sin embargo, el objetivo final es obtener dinero o información personal de los afectados.

El modus operandi: un inicio aparentemente inofensivo

Los estafadores suelen cambiar de número con frecuencia, dificultando su rastreo. El contacto inicial comienza con una llamada automatizada, en la que se informa sobre una oferta de trabajo y se solicita a la víctima que se comunique por WhatsApp para más detalles.

Las estafas laborales ahora imitan comunicaciones de recursos humanos. (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images/iStockphoto

Una vez que la persona guarda el número y escribe al contacto, la respuesta es inmediata. Según un análisis realizado por El Español, los estafadores inician la conversación preguntando si la víctima dispone de unos minutos para discutir la oferta por parte del área de recursos humanos. Este mensaje busca generar confianza y una sensación de urgencia, características comunes en las estafas.

Las verdaderas intenciones y cómo evitar caer en la trampa

Aunque el trabajo parece sencillo, aceptar la oferta suele desencadenar problemas. En muchos casos, los estafadores solicitan un pago inicial para “activar” la cuenta o desbloquear funciones necesarias para realizar el trabajo. Otros piden datos personales o bancarios bajo el pretexto de gestionar los pagos.

Para evitar ser víctima de estas estafas:

  • Desconfíe de las promesas de ingresos fáciles: si algo parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo sea.
  • No comparta información personal o financiera: ninguna oferta legítima requiere estos datos en etapas iniciales.
  • Investigue la oferta: busque referencias sobre la empresa o los contactos proporcionados antes de involucrarse.
  • Informe sobre números sospechosos: reporte cualquier intento de estafa a las autoridades correspondientes y plataformas de mensajería.

Promesas irreales y el gancho del “trabajo fácil”

Tras confirmar el interés de la víctima, los estafadores presentan una oferta laboral que parece demasiado buena para ser cierta. La tarea consiste en dar “me gusta” a publicaciones en TikTok y enviar capturas de pantalla como prueba. Por cada “like”, prometen un pago de 3 euros y aseguran que es posible ganar entre 60 y 600 euros al día.

Ciberdelincuentes fingen ser de recursos humanos para captar víctimas. (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images

La oferta incluye otros elementos diseñados para captar a más víctimas:

  • Se presenta como una actividad que puede compaginarse con otro empleo.
  • Se resalta la facilidad del trabajo y la posibilidad de realizarlo desde casa.
  • Se enfatizan los pagos rápidos y seguros.

Estas promesas suelen ser suficientes para convencer a las personas menos cautelosas, llevándolas a dar el siguiente paso.