La conexión a Internet, hoy en día, es indispensable porque es una red que se encuentra interconectada a nivel mundial para compartir información. Asimismo, el internet funciona mediante los Centros de Procesamiento de Datos, sus servidores y los Proveedores del Servicio de Internet.
Sin embargo, en muchas oportunidades los servidores de internet suelen tener mala conexión, lo que puede ser un limitante a la hora de ver contenido en streaming, como puede ser Netflix, realizar descargas o utilizar la nube. Por ello, no queda más remedio que utilizar dispositivos que permitan llevar la conexión a otros lugares.
Para comprobar la velocidad del Internet, es fundamental hacer un test de velocidad y comprobar con el operador si todo está bajo control. Del mismo modo, el portal web Redes Zone da a conocer algunas limitaciones que también impiden que llegue una buena conexión a Internet:
Cables antiguos
Tener cables antiguos es un detonante para que la velocidad de Internet disminuya. De esta manera, si se usa un cable Ethernet cuando se debería usar un ADSL, es posible que este tipo de conexión sea Fast Ethernet, lo que quiere decir que se va a limitar a una velocidad máxima de 100 Mbps simétricos.
Por lo anterior, para aprovechar la fibra óptica contratada, es importante utilizar un cable compatible con Gigabit Ethernet. En este caso, la velocidad máxima que vas a alcanzar es de 1 Gbps simétrico y para ello también es necesario tener un cable que sea, al menos, CAT 5e.
Mal receptor wifi
Otra razón por la que muchas veces no se puede aprovechar la conexión de Internet correctamente es tener un mal receptor wifi. “Esto es bastante común en ordenadores portátiles, ya que al usar el receptor que viene integrado en la placa base, a veces no tiene la calidad necesaria para alcanzar una buena velocidad y nos encontramos con limitaciones”, señala el portal en mención.
Para solucionar esto se debe comprar un receptor nuevo, que puedas conectar por USB. Es fundamental asegurarse de que tiene compatibilidad con wifi 6, ya que así lograrás la máxima velocidad.
Router mal ubicado
Otro error bastante común que cometen las personas es la mala ubicación donde se deja en router. “Esto es muy importante para aprovechar realmente la conexión de Internet, puesto que si lo tienes en una zona donde hay interferencias, junto a un gran muro o muebles metálicos, eso va a provocar que la señal se corte y no vaya como nos gustaría”.
Un consejo para tratar este problema es colocar el router en una zona central de la vivienda, ubicado en una posición elevada y lejos de todo lo que puede afectar al wifi. Con esto, tendrás una red inalámbrica de mayor calidad y velocidad.
¿Su router wifi emite un molesto pitido? Así puede solucionarlo
En la actualidad, la mayoría de hogares, centros de trabajo y establecimientos cuentan con una conexión wifi, que se obtiene a través de un router. No obstante, se puede llegar a presentar que el módem comience a reproducir un pitido que puede generar preocupación en las personas.
Sin embargo, es importante tener presente que si el aparato emite de forma constante varios pitidos, la situación radica en problemas técnicos, motivo por el cual es posible identificarlos para resolverlos.
En ese orden de ideas, estas son las causas más comunes que pueden llevar al router a generar ruidos:
Fallos en el hardware
Estos aparatos cuentan con diferentes componentes internos y, cuando alguno se está deteriorando a tal punto de fallar, se pueden producir ruidos constantes que alertan problemas en el hardware. Para identificar el sonido, las personas se deben guiar por el ruido para ubicar la zona afectada y llevarlo con un especialista.
Configuraciones incorrectas
El firmware es el encargado de controlar el funcionamiento del módem, razón por la cual se puede llegar a presentar que en las actualizaciones se introduzcan cambios en el comportamiento del dispositivo, generando así pitidos en el mismo. Esto mismo sucede con las configuraciones erróneas que activan funciones que provocan sonidos; por ejemplo, si se detecta pérdidas de conexión o un nuevo dispositivo en la red.