Si hay una imagen que goza de gran reconocimiento en el mundo es el famoso fondo de pantalla que Microsoft instaló en el legendario Windows XP que, por defecto, aparecía en las pantallas de todos los computadores que contaban con ese sistema operativo.

Se trata del paisaje que mostraba una colina verde que contrastaba con un cielo azul lleno nubes blancas y que, extrañamente, transmitía clama y tranquilidad a quienes decidían no cambiar la configuración del escritorio en su computador.

La verdad sobre esta fotografía es que, contrario a lo que muchos creían, no se trataba de una imagen editada, sino que realmente fue capturada por el fotógrafo Charles O’Rear en 1996, mientras viajaba por una de las carreteras del estado de California, Estados Unidos.

Windows 7 fue el gran sucesor del XP.

Lo cierto es que la imagen, que fue bautizada con el nombre de ‘Bliss’ (dicha o felicidad, en inglés), fue comprada por Microsoft, compañía que la lanzó a la fama gracias a la decisión de instalarla por defecto en el escritorio de los millones de computadores que salían al mercado con Windows XP.

Ahora, 27 años después, aún hay usuarios que la conservan y la lucen en sus pantallas; sin embargo, la imagen es solo un recuerdo. Algunos internautas se han encargado de encontrar el lugar exacto donde se capturó el paisaje y la realidad que se percibe hoy en día es totalmente diferente a la de aquel bello fondo de pantalla.

¿Cómo luce hoy el paisaje que se hizo famoso gracias a Windows XP?

Las imágenes conocidas recientemente muestran un panorama desolador, pues ya no hay rastro del verde césped; por el contrario, solo hay maleza y hierba seca.

Según se conoció, allí había cultivos de uva, pero una plaga afectó la plantación y por eso se tuvo que sembrar el pasto que se ve en la fotografía; tiempo después, los propietarios de aquella tierra la utilizaron con fines agrícolas y retomaron la producción de uvas, por lo que, según explican, no ha sido posible volver a captar una imagen similar a la del fondo de pantalla.

“No hay manera de poder capturar una foto idéntica”, dijo Andrew Levitt, youtuber que llegó al mismo lugar en el Valle de Napa, en California.

Microsoft le apuesta fuerte a la IA y se asocia con OpenAI

Microsoft anunció que integrará en su motor de búsqueda Bing la herramienta de creación de imágenes Dall-E 3 de OpenAI, que saldrá a la venta pronto, en su último esfuerzo por utilizar la inteligencia artificial (IA) para competir con el todopoderoso Google.

OpenAI desarrolló dos versiones de Dall-E que presagiaron la explosión masiva de interés en la IA generativa que se produjo cuando lanzó ChatGPT a fines del año pasado.

Dall-E emplea tecnología de aprendizaje automático para generar imágenes digitales a partir de descripciones en lenguaje natural. La tercera versión, que se lanzará en octubre, usará ChatGPT para que a los usuarios les resulte más fácil obtener lo que desean.

Microsoft ya había incorporado a Bing la interfaz de IA generativa similar a ChatGPT en febrero, permitiendo al motor de búsqueda recibir respuestas conversacionales a sus consultas en lugar de solo enlaces a sitios web.

Dall-E no ha estado exento de controversia, generando demandas de artistas que dicen que OpenAI utilizó ilegalmente su trabajo para construir su tecnología.

En un esfuerzo por tranquilizar a los clientes potenciales, Microsoft dijo en septiembre que pagará cualquier daño legal a quienes usen Copilot, Bing Chat y otros servicios de inteligencia artificial, siempre que utilicen salvaguardas integradas.

Microsoft ha invertido más 10.000 millones en su asociación con OpenAI. | Foto: Getty Images

Microsoft ha apostado fuerte por la IA, en particular con 10.000 millones de dólares dedicados a su asociación con OpenAI, y ahora está tratando de monetizar esta tecnología integrándola en sus productos.

El grupo, con sede en Redmond, Washington, también anunció que el bot de Bing ahora podía aprovechar conversaciones anteriores para proponer respuestas más apropiadas a nuevas consultas del mismo usuario.

Esto es un gran avance, ya que el software de IA generativa a menudo es criticado por su falta de “memoria”, lo que obliga a los usuarios a repetir información cada vez que lo emplean, algo que no harían al interactuar con un humano.