Generalmente son los usuarios o los mismos piratas informáticos quienes informan sobre las fallas de seguridad en las redes sociales. Por esto, el mundo de la web se vio sorprendido porque fue la propia compañía de Twitter quien reveló que varias cuentas (no se sabe cuántas) fueron interceptadas por hackers. Pero eso no es lo más grave. “Por precaución, alertamos que su cuenta de Twitter integra un pequeño grupo de usuarios que pudieron haber sido blanco de actores apoyados por un Estado”, indica el mensaje enviado durante el fin de semana a través de esa red social a algunos usuarios. No es algo menor que acusen a un Estado de participar en una interceptación masiva de cuentas. Twitter debe saber cuál fue el gobierno que cooperó en este delito y la compañía está presta a denunciar lo ocurrido. Sin embargo, en los últimos dias decidió mantener un cerrado hermetismo ante este tema. La pregunta, además de qué Estado fue, es ¿qué motivación tendrían? Twitter reveló que “pensamos que esos actores (eventualmente vinculados a un gobierno) pudieron intentar obtener informaciones tales como direcciones de correo electrónico, direcciones IP y/o números de teléfono”. “Investigamos activamente este asunto -añade Twitter-, aunque hasta el momento nada demuestra que hayan obtenido informaciones sobre su cuenta”. Los primeros mensajes de Twitter fueron enviados el viernes, y luego el fin de semana. Se ignora cuántos usuarios están involucrados, pero aparentemente se trata de un número escaso. Este episodio se da en medio de una cruzada contra los terroristas que utilizan las redes sociales para reclutar jóvenes en todo el mundo e informar sus hechos y consignas en la red. Las primeras hipótesis de los expertos apuntan precisamente a que las chuzadas masivas tienen que ver con estos seguimientos mundiales. Sin embargo, estos hechos plantean un gigantesco reto tanto para las redes sociales como para los gobiernos. ¿Cuáles son los límites para pedir información o solicitar que se baje una cuenta por las consignas que pública? De hecho, los gobiernos de las potencias del mundo han solicitado en repetidas ocasiones que las redes como Twitter y Facebook den mayores facilidades a la hora de intervenir cuentas en favor de la seguridad mundial. Pero Twitter y Facebook se han mantenido firmes, al menos públicamente, en que la información de sus usuarios es personal e intransferible. El episodio reciente puede marcar el comienzo de una lucha cibernética de grandes proporciones.