En los últimos años, y en medio de la polarización política y el triunfo de personajes como Trump o de iniciativas como el Brexit, las redes sociales han enfrentado innumerables críticas. Muchos las acusan de permitir la divulgación de mentiras y de exageraciones por parte de políticos para captar votos, y otros dicen que con sus algoritmos crean burbujas en las que los ciudadanos refuerzan sus propias opiniones y creencias, así sean erradas.
Por eso, desde hace un tiempo plataformas como Instagram, Facebook o Twitter han intentado corregir el rumbo y están tomando medidas para detener la manipulación política y promover el buen uso de las redes sociales. El último paso en ese sentido lo dio Twitter, que acaba de actualizar sus políticas globales de anuncios con una decisión bastante trascendental: prohibir completamente los anuncios de contenido político. “Twitter prohíbe globalmente la promoción de contenido político. Hemos tomado esta decisión en base a nuestra creencia de que el alcance del mensaje político debe ganarse, no comprarse”, dice el documento, compartido en la misma red social por Vijaya Gadde, encargada de de las políticas de la compañía.
Según ella, la decisión se tomó teniendo en cuenta lo altamente efectiva que es la publicidad digital y el riesgo que conlleva la promoción de ideas políticas.
Sin embargo, y teniendo en cuenta que algunas veces definir qué es un mensaje con contenido político puede ser difícil, la compañía ha decidido enfocarse en “el contenido que hace referencia a un candidato, partido político, funcionario gubernamental electo o designado, a una elección, un referéndum, una legislación, regulación, directiva o resultado judicial. En ese sentido, nadie podrá pagar para viralizar mensajes que promocionen algún candidato en elecciones, que soliciten apoyo financiero para las campañas o que hagan publicidad a favor y en contra de todo lo mencionado en la definición de arriba. “Tampoco vamos a permitir anuncios de ningún tipo por parte de candidatos, partidos políticos o funcionarios gubernamentales elegidos o designados”, explica la compañía. También, y para evitar que la decisión lleve a injusticias, se permitirán algunas excepciones, en las cuentas de los medios de comunicación que cumplan los criterios de la compañía. Esto, teniendo en cuenta que cuando se trata de una noticia, generalmente se presentan los dos puntos de vista de una situación.
Gadde también explicó en su cuenta de Twitter que la idea es permitir que cualquier tipo de organización no política pague por anuncios ‘basados en causas’, pero que para evitar que los mensajes políticos se cuelen de alguna forma, se van a establecer restricciones. Una de ellas implica que estos anuncios no se podrán microfocalizar (enviarlos solo a cierto tipo de población). Las nuevas políticas se comenzarán a aplicar a partir del 22 de noviembre.