Prácticamente todos los años, los celulares están en constante evolución y siempre los desarrolladores intentan crear una nueva y mejorada versión, equipando los dispositivos con nuevas opciones que sean diferenciales frente a la competencia y que incentiven al usuario a elegir el teléfono de una marca por encima de otro.
Esto mismo sucede con los aparatos que utilizan los teléfonos móviles, tales como los audífonos, relojes inteligentes y hasta los cargadores. Este último elemento es fundamental para los celulares, ya que permite que las baterías sean cargadas y de esta manera el aparato se pueda usar.
En el último tiempo, los cargadores de carga rápida se han popularizado de gran manera gracias a la capacidad que tienen para que el dispositivo no tenga que estar tanto tiempo conectado hasta alcanzar 100 % de la batería, ya sea en celulares o tabletas.
De hecho, para muchos usuarios este objeto se ha convertido prácticamente en una necesidad, ya que suelen utilizar los aparatos todo el día para actividades relacionadas con el trabajo, por lo que necesitan que la carga esté en el menor tiempo posible.
¿Consumen más energía?
Una de las preguntas más recurrentes y que muchas personas se hacen cuando adquieren este producto es si este tipo de cargadores consumen más energía y, por ende, aumentan el precio del recibo de la luz, lo que puede ser un dolor de cabeza desde el punto de vista económico.
Para responder esta pregunta primero es importante entender cómo funciona. La carga rápida se logra entregándole una mayor cantidad de corriente eléctrica a la batería en un periodo más corto, algo que es posible gracias a la tecnología que se utiliza y la forma como esta ha avanzado.
Por lo general, los cargadores carga rápida tienen una potencia que varía entre los 18 W y 65 W, dependiendo del modelo del dispositivo. En ese caso, se puede decir que, en comparación con los cargadores normales, estos consumen un poco más de energía.
Sin embargo, se deben tener presentes otros aspectos, como el hecho de que se necesita menor tiempo para cargarse la batería, por ende, el cargador carga rápida estará menos tiempo conectado y consumiendo energía que si se compara con uno normal.
A esto también se le debe sumar que los cargadores más recientes por lo general vienen diseñados para ser eficientes, con lo que logran convertir la mayor parte de energía en carga útil, minimizando las pérdidas y reduciendo al mismo tiempo el consumo de electricidad.
De igual manera, es importante precisar que este tipo de cargadores, al igual que otros dispositivos, tienen el llamado “consumo fantasma” cuando se dejan conectados y sin ningún uso, aunque este generalmente es muy bajo y no impacta en el aumento del recibo de luz.
En conclusión, aunque un cargador carga rápida genera el uso de más potencia, el impacto en la factura de luz es mínimo debido a que se utiliza por un periodo más corto, aunque también es importante tomar algunas medidas para gestionar su consumo de energía total, como el hecho de desconectarlo de la toma cuando no se esté cargando ningún dispositivo.