El fabricante de consolas y videojuegos Nintendo registró un beneficio neto atribuido de 367.387 millones de yenes (2.840 millones de euros) en los nueve primeros meses de su año fiscal, que concluirá el próximo 31 de marzo, lo que supone un retroceso del 2.5 % con respecto al resultado neto que contabilizó la compañía japonesa en el mismo periodo del ejercicio anterior.
Las ventas netas entre abril y diciembre de 2021 sumaron 1,32 billones de yenes (10.210 millones de euros), un 5.7 % por debajo de la cifra del ejercicio anterior. De esta cantidad, las ventas internacionales de Nintendo alcanzaron los 1,04 billones de yenes (8.040 millones de euros), el 79 % del total.
En los nueve primeros meses de su ejercicio, las ventas de Switch alcanzaron los 18,95 millones de unidades, frente a los 24,10 millones del mismo periodo del año precedente. A pesar de esta ralentización, las ventas de la videoconsola, desde su lanzamiento, ya suman 103,54 millones de unidades, lo que supone batir las ventas de 101,6 millones de unidades de la videoconsola Wii.
De cara al cierre de su ejercicio el próximo 31 de marzo, Nintendo ha revisado al alza su previsión de resultados del pasado noviembre y ahora confía en alcanzar unas ventas netas de 1,65 billones de yenes (12.760 millones de euros), lo que supone una mejora del 3.1 % respecto de su anterior pronóstico, pero una bajada del 6.2 % frente a los ingresos del ejercicio anterior.
Asimismo, la multinacional confía en que su beneficio neto atribuido anual será de 400.000 millones de yenes (3.093 millones de euros), un 14.3 % más de lo que esperaba en noviembre, aunque un 16.7 % por debajo de su resultado del ejercicio 2020/21.
El fabricante japonés también ha señalado el riesgo que representa el impacto prolongado tanto de la pandemia de covid-19 como de la escasez mundial de semiconductores, “que crea un estado de incertidumbre continua”, con la posibilidad de afectar en el futuro a la producción y los envíos.
En este sentido, teniendo en cuenta el impacto en la producción de hardware de Nintendo Switch de factores como la escasez de semiconductores, la compañía ha rebajado a 23 millones de unidades su previsión de ventas de la videoconsola en el conjunto del ejercicio, frente a los 24 millones anteriores.
Algo similar ocurrió el año pasado con Sony, que en noviembre del año pasado se vio obligada a recortar sus previsiones de fabricación de la consola PlayStation 5 (PS5). La compañía tecnológica informó en ese momento que recortó aún más las previsiones de fabricación de su consola en el actual año fiscal, por lo que de los más de 16 millones de unidades que se esperaban pasarán finalmente a 15 millones debido a la escasez global de procesadores.
Así lo confirmaron el año pasado fuentes conocedoras de las operaciones de Sony a Bloomberg, que afirman que la fabricación de consolas PS5 se ha reducido en más de un millón de unidades en contraste con las previsiones iniciales. Esta situación se debe a las complicaciones debido a problemas logísticos y a la escasez global de componentes como procesadores.
Con la reducción de más de 16 millones a alrededor de 15 millones de unidades de PS5 que se fabricarán durante este año fiscal (hasta el final de marzo de 2022), Sony podría no alcanzar sus planes de vender 14,8 millones de unidades en el presente periodo.
Cabe resaltar que la videoconsola PlayStation 5 (PS5) superó en julio del año pasado los diez millones de unidades vendidas a nivel global desde su lanzamiento en noviembre del 2020. En ese sentido, PS5 siguió superando los registros de su antecesora, PS4, como la videoconsola que más rápido se vende, según indicaron desde Sony en un comunicado.
*Con información de Europa Press.