Explorar la Luna y tener allí bases permanentes parece ser el próximo desafío de la industria espacial, de la que hacen parte agencias estatales y empresas privadas que le han apostado al turismo de este tipo, como uno de sus grandes objetivos en el corto plazo.
Aunque ya hay rovers en el satélite enviando información constante, el paso a seguir será llevar personas en misiones que permitan orbitar la Luna y regresar a la Tierra sin contratiempos; sin embargo, el afán por colonizar este astro es tal, que desde ya planean cómo será la exploración una vez se puedan llevar turistas para que pasen algunos días allí.
De hecho, la Nasa y algunas empresas con las que trabaja tienen entre sus proyectos el construir bases para periodos de tiempo prolongados en la Luna, por lo que será necesario contar con rover de una mayor tecnología que puedan sortear los caminos polvorientos y la difícil geografía lunar.
Para solucionar esto, y tener a salvo a los astronautas y turistas que puedan costear estas aventuras espaciales, desde ya se han comenzado a realizar investigaciones que puedan ayudar a mitigar el impacto que puede tener sobre los humanos y las máquinas, el polvo que se levante durante las exploraciones.
Ante esto, los ingenieros y desarrolladores han puesto en marcha un plan que permite derretir el polvo lunar para crear caminos pavimentados, lo que permitiría tener viajes más seguros para los visitantes y extender el tiempo de vida útil de los buggies o rovers de próxima generación que se emplearán en estas misiones.
Las pruebas realizadas hasta el momento utilizan un rayo láser que derrite el polvo y genera una superficie uniforme; sin embargo, en la Luna, se cree que los astronautas podrían aprovechar la luz solar concentrada a través de un lente de Fresnel para poder cumplir con el objetivo y trazar caminos seguros.
Desde principios de octubre ya se había publicado cierta información al respecto; sin embargo, este domingo 22 de octubre, la Agencia Espacial Europea ESA compartió un video en el que se entregaban más detalles de cómo sería la implementación de esta tecnología.
Según las proyecciones de la ESA, utilizando esa herramienta se podría construir una pista de aterrizaje en unos 115 días, teniendo en cuenta que las características del polvo lunar no permitirían efectuar alguna reparación a la superficie elaborada.
Según Advenit Makaya, ingeniero de materiales de la ESA, el material que se obtendría luego de aplicar esta tecnología en la Luna sería similar al vidrio, lo que, teniendo en cuenta otras variables como la fuerza de compresión, las reparaciones serían innecesarias.
“La mitigación del polvo ha sido un problema para la Nasa desde Apolo (…). Cuando los astronautas entraban y salían del módulo lunar, el polvo llegaba a todas partes: obstruía los mecanismos, interfería con los instrumentos, hacía que los radiadores se sobrecalentaran e incluso rompía sus trajes espaciales”, ha señalado la Nasa en varias oportunidades, lo que deja sobre la mesa los problemas que este material puede presentar a las máquinas que lleguen a la Luna.
“¡A dónde vamos, sí necesitamos carreteras!” Para mantener a raya el polvo lunar abrasivo y pegajoso en la Luna, los astronautas necesitarán caminos pavimentados y plataformas de aterrizaje. Pero ¿cómo podemos construir carreteras en la Luna?, escribió la Agencia Espacial Europea ESA en su cuenta de X.