Entre el 15 y 17 de marzo, Villa de Leyva acogió la edición número 27 de su tradicional Festival de Astronomía, un espacio creado para difundir la pasión por la ciencia, en este caso, enfocada a la observación y apreciación del cosmos.
En el marco del festival, el municipio fue reconocido como un sitio starlight, lo que refuerza aún más su posición como destino para realizar observación astronómica. De esta manera, Villa de Leyva se sumó al desierto de la Tatacoa, convirtiéndose en el segundo lugar del país en obtener la dicha certificación.
Al ser un sitio starlight, Villa de Leyva controla la contaminación lumínica, ofreciendo garantías para lograr una apreciación completa de las estrellas, por supuesto, ante la ausencia de nubosidad. Al estar cerca del desierto de Moniquirá, esta zona resulta perfecta para contemplar el cielo nocturno, consagrándose como un lugar privilegiado para los aficionados de la astronomía.
Frente a la importancia de que Villa de Leyva sea reconocida como destino starlight, Zhu Jin, director honorario del Planetario de Beijing, destacó en diálogo con SEMANA que constituye un valioso aporte para la divulgación de la astronomía, tanto a nivel científico como aficionado.
De acuerdo con el experto, quien hizo parte de la delegación invitada al festival, el universo esconde infinidad de secretos que pueden ser descubiertos desde la Tierra mediante la observación astronómica. Gracias a esta práctica, la humanidad ha conseguido imágenes de estrellas, planetas, galaxias y nebulosas, algo que en el pasado resultaba inimaginable.
En un diálogo previo con este medio, Diana Rojas, presidenta de la Asociación de Astronomía de Colombia (Asasac), comentó que en el país “tenemos unos sistemas de iluminación bastante antiguos que no fueron hechos para hacer observación astronómica, sino para mandar luces para todo lado”.
Precisamente, aquí es donde las prácticas enfocadas en mitigar la contaminación lumínica resultan clave. Hoy en día, las grandes ciudades han dificultado tener una visión completa del cielo nocturno, lo que esconde las estrellas y, de alguna manera, opaca su magia natural.
Para Zhu Jin, la contaminación lumínica es un gran obstáculo para la observación astronómica. Por esta razón, aplaudió el trabajo hecho desde Asasac así como el compromiso de Villa de Leyva para apostarle a la preservación del cielo nocturno, controlando las emisiones de luces y evitando que las estrellas ‘desaparezcan’ de la vista de quienes frecuentan este municipio, ya sea para observación o con fines de turismo.
En esta oportunidad, el Festival de Astronomía de Villa de Leyva culminó con éxito su edición número 2. Contando con China –potencia en materia astronómica– como invitada de honor, forjó las bases para una sólida relación con el gigante asiático. Así mismo, trajo las estrellas –una vez más– al alcance de los participantes.