WorldCoin es un mundo recién nacido en el que la economía funciona con tokens y cuyo “gobierno” promete un entorno financiero más igualitario. Para formar parte de él es necesario aportar una prueba biométrica: el escaneo del iris. Y eso ha hecho que, nada más nacer, ya esté bajo sospecha.
¿La justificación de esta prueba? Para garantizar la seguridad de quienes invierten, compran o venden en este mercado, WorldCoin necesita una herramienta que garantice que del otro lado hay un humano, y no un robot o un impostor. Con ese fin, su protocolo de identidad, World ID, rastrea los bots y las identidades virtuales falsas. Pero, además, exige a los usuarios que se unen a la red que miren con atención a una esfera plateada llamada Orb que escanea su iris, prueba indiscutible de su identidad humana y única.
La batalla por la seguridad
Por ese motivo, en Kenia han suspendido la actividad de WorldCoin. Y distintas autoridades europeas han abierto investigaciones. En Francia, sin ir más lejos, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) ha abierto investigaciones a WorldCoin por posibles infracciones a la privacidad de datos, y apuntan a preocupaciones serias sobre vigilancia biométrica sin consentimiento informado.
Entre tanto, en Argentina, el abogado Daniel Monastersky, experto en protección de datos, ha alertado a la Agencia de Acceso a la Información Pública sobre la posibilidad de que WorldCoin esté infringiendo la ley de protección de datos personales del país y no esté cumpliendo con los estándares de privacidad y seguridad al recolectar datos biométricos de las personas.
La línea roja de escanear el iris
Para WorldCoin (“MundoMoneda” si hacemos una traducción literal), la identidad digital es una herramienta básica para garantizar la seguridad y la confiabilidad de las transacciones de criptomonedas. Para garantizar que cada participante sea una persona real, escanea su iris con un dispositivo llamado Orb y lo convierte en un código alfanumérico. Si la persona aún no se había registrado en WorldCoin, recibe una participación cuando se registra por primera vez.
En el contexto de las criptomonedas, la identidad digital juega un papel esencial, dado que garantiza que las partes involucradas sean quienes afirman ser, lo que ayuda a prevenir el fraude y el robo. Por ejemplo, cuando un usuario de criptomonedas desea enviar fondos a otro usuario, debe proporcionar su identidad digital al destinatario. El destinatario puede, luego, verificar la identidad del usuario utilizando su identidad digital. Una vez que la identidad del usuario ha sido verificada, el destinatario puede aceptar los fondos.
La imagen original de los iris no se almacena ni se carga y no es necesaria otra información personal. A través de la criptografía moderna, este código alfanumérico no está vinculado ni a la tarjeta, ni a la cuenta bancaria ni a las transacciones del usuario, lo que protege aún más su privacidad.
Una vez que WorldCoin ha recibido un escáner de iris único, el proyecto emite una identidad digital denominada World ID. El ID no son los datos biométricos del usuario, sino un identificador creado mediante un método criptográfico denominado pruebas de conocimiento cero. No obstante, esto no significa que no haya peligros.
El nuevo DNI en WorldCoin
Las zero-knowledge proofs o pruebas de conocimiento cero son un tipo de criptografía que permite a una parte (el prover) demostrar a otra (el verifier) que algo es cierto, sin revelar ninguna información adicional. Funcionan mediante interacciones cuidadosamente diseñadas en las que el prover responde preguntas del verifier. Al final, el verifier queda convencido de la veracidad de la afirmación, pero sin obtener datos confidenciales.
Se utilizan para validar transacciones preservando la privacidad. El prover demuestra que posee fondos para una transacción, sin exponer su saldo real. WorldCoin aplica este concepto a la identidad digital, permitiendo verificar usuarios sin compartir datos biométricos reales.
La promesa de una democratización de las finanzas
Bajo la promesa de una posible renta básica universal, WorldCoin ha despertado esperanzas, pero también suspicacias desde una perspectiva decolonial. Si bien la idea de una renta básica incondicional o universal suena atractiva, algunos críticos advierten sobre los riesgos de implementarla mediante recolección masiva de datos biométricos en países en vías de desarrollo. Esto podría perpetuar dinámicas coloniales donde potencias extranjeras extraen recursos y datos de poblaciones vulnerables.
Además, la falta de un marco regulatorio claro en muchos de estos países genera dudas sobre la violación de derechos y privacidad de los usuarios. La promesa de WorldCoin parece benigna, pero es crucial analizarla críticamente y asegurar que no replique injusticias del pasado en el contexto del colonialismo de datos.
Los gobiernos y ciudadanos de países en vías de desarrollo deben exigir transparencia, consentimiento informado y protección de datos antes de adoptar esta controvertida tecnología.
Por: Aníbal M. Astobiza
Investigador Posdoctoral, especializado en ciencias cognitivas y éticas aplicadas, Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
Artículo publicado originalmente en The Conversation