El Teatro Experimental de Fontibón (TEF) nació hace 38 años y es la segunda compañía de teatro de calle más vieja de Bogotá. Después de casi cuatro décadas, los hermanos Ernesto y Emilio Ramírez decidieron conseguir un espacio para el grupo que habían fundado en 1979. Querían quedarse en su localidad y continuar propiciando escenarios de integración. Así que no dudaron en tumbar las paredes de su casa paterna para diseñar una sala multifuncional, que pudiera adaptarse a diferentes tipos de montajes. Y como el Teatro Experimental de Fontibón aplicaba desde 2001 la metodología de uno de los mayores referentes del teatro popular en América Latina, Augusto Boal, decidieron que la sala debía llevar su nombre.Pasar de la calle a la sala significó un proceso difícil de adaptación, pero se trata de dos técnicas de teatro muy distintas: el teatro de calle pide mucha energía, debe convocar por sí mismo y atrapar al transeúnte desde el primer momento –esto demanda del actor un mayor esfuerzo físico e implica el uso de imágenes teatrales más grandes y llamativas–, mientras que el teatro de sala ofrece un espacio más limitado, pero con mejores recursos técnicos que contribuyen a la narración de las tramas; aquí se crean mejores atmósferas, el público se siente más cómodo y desde el comienzo llega con la disposición de asistir a una obra. Mantener una sala de teatro con una programación regular no ha sido fácil. Además de las actividades de promoción y venta, de búsqueda de aliados y creación de proyectos con diferentes instituciones, el TEF debe formular estrategias para formar un público sólido en un barrio donde el poder adquisitivo no es muy alto. Por eso el ingreso a las funciones no se cobra, sino que se basa en aportes voluntarios, según la capacidad y la experiencia de cada uno de los asistentes, a quienes se invita a contribuir si les gusta lo que ven. Uno de los principales objetivos del TEF tiene que ver precisamente con esto: trabajar para que el público explore nuevos horizontes estéticos, aprenda a valorar el papel del arte en su vida, reconozca sus costos y quiera compensarlos. El grupo teatral, que nació de la energía y la voluntad política de unos adolescentes en el 79, es hoy un referente del teatro popular o comunitario en Bogotá que se ha dedicado a poner en escena obras que fomenten el pensamiento colectivo, que se alimenten del conocimiento existente en el interior de las comunidades y resalten su carácter diverso. Los montajes, casi siempre de autoría propia, suelen abordar problemáticas sociales contemporáneas. Y sus presentaciones y viajes han servido para que personas de muchas partes de Colombia y del mundo sepan dónde queda Fontibón y valoren la calidad de sus productos culturales.