Empecemos por aclarar que en 2020 no vivimos el gran potencial que sí tiene el trabajo remoto. Lo que tuvimos este año fue el trabajo en pandemia, una modalidad adoptada como única alternativa para sobrevivir laboralmente hablando. Visto así, se terminaron ejecutando muchas malas prácticas por lo imprevisto del confinamiento. Acá, algunas: Líderes hiperconectados, desconocedores de esquemas de medición por resultados. Trabajadores desorganizados, sin responsabilidades o cronogramas definidos. Cumplimiento de horarios estrictos de trabajo o incluso aumento de jornadas laborales. Exceso de reuniones sin objetivos específicos. Empresas mal preparadas para migrar sus equipos a casa. A pesar de todo esto, hacer trabajo remoto era y sigue siendo la oportunidad más visible en estos tiempos para empresarios y trabajadores. En mi caso, que he trabajado gran parte de mi vida remotamente, antes de la pandemia, me levantaba, llevaba a mi hija al colegio y regresaba a mi hogar, allá sostenía reuniones virtuales con mis colaboradores, pero eventualmente salía a un almuerzo con un colega, en la noche iba al gimnasio o recogía a mi esposa y salíamos, por ejemplo. Lea también: ¿Qué le espera a Latinoamérica con el Gobierno de Joe Biden en EE. UU.? De repente nos tocó vivir una experiencia muy agobiante. Quedarnos encerrados en casa, sin poder llevar a los hijos al colegio, trabajando y sin hacer actividades al aire libre, viajar o encontrarnos con amigos. Hay una diferencia muy grande entre la forma de trabajar virtualmente en uno y otro caso. Ahora bien, los empresarios nos preparamos para un cambio en nuestra forma de seguir trabajando: ¿Vamos a volver a la era del trabajo presencial o seguiremos trabajando remotamente aprovechando que estamos ante una oportunidad de oro? Situación mundial Todo parece indicar que el mundo en desconfinamiento está considerando mantener abierta la opción de permitirles a sus trabajadores el trabajo en casa, incluso que lo puedan realizar en cualquier ciudad de su preferencia, lejos de los cuarteles centrales de la empresa. Twitter anunció hace un tiempo que quiere que sus empleados trabajen donde se sientan más creativos y productivos. Facebook indicó que adoptará permanentemente el trabajo remoto. Amazon y Tesla han incrementado ampliamente la contratación de trabajadores remotos. No solo las empresas tecnológicas están cambiando el paradigma. Trabajar de manera remota puede ser una experiencia tan poderosa como transformadora, y las empresas que quieren triunfar deben privilegiar el trabajo remoto y asumirlo al 100 %. Esto es algo que resumimos en el concepto remote-first. También, organizaciones colombianas como Bancolombia, Ecopetrol, Millenium BPO, entre otras, dan por hecho que el trabajo en casa seguirá, para no pausar sus operaciones. Numerosos estudios demuestran que globalmente los trabajadores quieren mantener y desarrollar la opción del teletrabajo, y confían en que este mejore su calidad de vida. Desafíos de 2021 En lugar de preguntarnos si el trabajo remoto es la mejor manera para trabajar y construir equipos exitosos, deberíamos estar aprendiendo de los errores cometidos y buscar la solución para que rediseñemos el mundo del trabajo. Creo que vienen por delante algunos desafíos que podemos ir resolviendo, como: Inversión en tecnología y capacitación: un estudio de un consultor internacional sobre trabajo remoto en América Latina en 2020, realizado a 815 líderes en la región, encontró que el 90% considera que cuenta con la tecnología para facilitar el trabajo remoto e incluye el uso de herramientas como correos y plataformas de reuniones. Sin embargo, solo el 22% de las firmas en Latinoamérica respondió que se encuentra trabajando de manera completamente remota. Esto es una brecha enorme y se necesitan más inversiones tecnológicas para adaptarse al nuevo modelo de trabajo. Desarrollar nuevas habilidades: el Foro Económico Mundial prevé que el 50% de todos los empleados necesita volver a formarse para 2025, a medida que aumenta la adopción de tecnología. Además, la principal competencia blanda solicitada es la adaptación al cambio. También se necesitan trabajadores que tengan pensamiento crítico y habilidad para la resolución de problemas. Estos son puntos que requieren de la atención de cada profesional, así como de las universidades y empresas. Lea también: Xbox: La propuesta es un cambio radical en la dirección de la industria Diseñar un nuevo contrato social: finalmente, sigue en discusión cuáles son las normas que debemos implementar para que el trabajador y los empresarios encuentren el punto medio para hacer una transición efectiva al trabajo remoto. Por ahora, países como España y Alemania han avanzado en reglamentaciones, permitiendo modelos intermedios. Colombia podría buscar la manera de atraer a compañías internacionales con un marco regulatorio más flexible que les permita contratar ese talento y, al tiempo, que les garantice a los trabajadores una manera sencilla recibir el pago por sus servicios.
Espero que lo que, para mí, por dos décadas ha sido una forma de trabajo y un estilo de vida se convierta en lo mismo para muchos o para todos. Si usted se ha visto reflejado en alguno de estos planteamientos o incluso si está en desacuerdo conmigo, lo invito a dejar su comentario para iniciar el debate juntos de cómo vamos a prepararnos para reescribir la historia de nuestro mundo laboral.