Seamos sinceros, todos hemos experimentado u oído hablar de la pesadilla de tener que lidiar con un mal jefe. Nadie quiere tener ese tipo de relación autoritaria negativa y, en la situación contraria, nadie quiere ser un mal jefe. En el fondo, es probable que los malos jefes quieran hacer bien su trabajo, por lo general simplemente no se dan cuenta de que sus acciones están afectando negativamente a sus empleados. Afortunadamente, se pueden prevenir y controlar esas tendencias de liderazgo negativo. Al comprender los tipos de jefes que se conocen como problemáticos, puede corregir sus hábitos y sobresalir como un gran jefe, un gran compañero de trabajo y un gran líder en general. A medida que se desarrolle como empresario y como líder, tenga cuidado de no caer en ninguna de estas categorías.
Microgerente Este tipo de jefe cree que sabe cómo los demás deberían hacer sus labores, no confía en el trabajo de sus colaboradores y, en cambio, micro gestiona todo lo que hacen. Es típico que espere que cada correo electrónico y cada llamada telefónica sea informada. La microgestión tiende a manifestarse como una sombra de perfeccionismo. Como jefe, es posible que sienta la necesidad de asegurarse de que todo salga a la perfección, hasta los pasos individuales que toman sus empleados en el camino hacia sus objetivos finales. No hay nada de malo en un poco de perfeccionismo en el lugar de trabajo, y alentar a sus empleados a hacer su mejor esfuerzo siempre es algo bueno, pero cuando se llega al punto en que se analiza cada detalle de su desempeño, termina siendo contraproducente. El psíquico Este es el jefe que espera que sus colaboradores lean su mente, pero anticipar todas sus necesidades, incluso antes de haberlas expresado, no es posible para los empleados. Si su jefe espera constantemente que sepa lo que sigue, pero no hace un buen trabajo al proporcionar el contexto para asegurarse de que pueda tener éxito, lo está preparando para fracasar.
El intimidante Es un tipo de jefe que siente la necesidad de afirmar constantemente su posición, dominio e importancia. En lugar de verse a sí mismos como parte del equipo, este tipo de jefe generalmente se ve como un comandante militar, cuya palabra es ley y cuyo estatus debe ser respetado, si no reverenciado. En una posición de liderazgo, es razonable esperar un nivel de respeto por parte de sus empleados. Sin embargo, usar tácticas de intimidación para lograr ese respeto sólo va a generar resentimiento y un lugar de trabajo poco saludable.
El jefe intimidante siente la necesidad de afirmar su posición de poder. El burócrata Todos los trabajos exigen cierto nivel de burocracia, especialmente aquellos en un puesto de supervisión. Las reglas existen por una razón, y seguirlas generalmente conduce a buenos resultados para la empresa. Sin embargo, hay un tipo de jefe que sigue las reglas demasiado al pie de la letra y se esfuerza para asegurarse de que esas reglas se sigan estrictamente. El burócrata es un jefe al que le gusta el papeleo y las reglas. Crear y seguir reglas es algo bueno para cualquier negocio, pero existe un grado en el que este comportamiento estricto puede volverse improductivo para todos los colaboradores. Por ejemplo, crear demasiadas reglas hará que los empleados se sientan como si no tuvieran control sobre sus propios trabajos, como si no fueran más que engranajes de una máquina. Citar y hacer cumplir las reglas también puede hacer que un jefe burocrático parezca distante y robótico, cuando los jefes efectivos deberían parecer humanos y accesibles.
La tortuga No asume ninguna responsabilidad y cuando las cosas se complican, desaparece de su cargo y no lo encontrarán hasta que el problema se aborde de manera efectiva. Si un jefe tiende a ‘pasar la pelota’ cada vez que hay un problema, pero es el primero en llevarse el crédito cuando todo está bien, es probable que los empleados no confíen en él. La máquina de ideas Los jefes a menudo se pueden definir por sus ideas. Los mejores jefes son los que tienen grandes ideas y llevan al equipo al éxito, igual que los mejores emprendedores son los que sueñan una gran idea y la ejecutan hasta el final. La creatividad es fantástica, pero tener demasiadas ideas y demasiadas metas puede ser problemático.La máquina de ideas es un tipo de jefe que no puede evitar pensar en nuevas ideas sobre la marcha. Se caracteriza por lanzar ideas todo el tiempo, cambiando constantemente la dirección del equipo. Este tipo de jefe, aunque apasionado y visionario, es agotador para los empleados que simplemente intentan mantenerse al día. La creatividad importa, pero solo cuando está lo suficientemente enfocada para moverse de manera efectiva en una dirección específica.
El Copy Cat Este jefe se atribuye el mérito del trabajo o las ideas de otras personas y lo hace pasar como propio. Se atribuye el mérito de lo bueno y echa la culpa de lo malo. ¿Tuvo una idea brillante y cometió el error de compartirla con su jefe? Puede estar seguro de que la idea se implementará, pero el crédito no será para usted. El manipulador Este tipo de jefe, en lugar de apartar a un empleado para hablar sobre un problema de desempeño reciente, es más probable que haga un comentario pasivo-agresivo o un comentario sarcástico. También suele distribuir recompensas y sanciones individuales basadas en favoritismo o rencor, o como una forma indirecta de intentar manipular el curso de las acciones en el lugar de la oficina.