A veces, decir que sí en el trabajo es el camino a seguir. Sí a ese nuevo proyecto, sí a tener una mayor responsabilidad y sí a ese ascenso que ha estado buscando. Pero otras veces simplemente se debe decir que no, porque está demasiado ocupado o porque no está interesado en tener un enfoque diferente a lo que está haciendo ahora. Entonces, ¿cómo se puede rechazar la oportunidad de una manera que no ofenda a la persona que la ofrece? ¿Cómo evitar ser etiquetado como una persona con la que es difícil trabajar? Para la mayoría de nosotros no es fácil decir que no, pues podemos sentir que decepcionamos a nuestros colegas, jefe o clientes. Sin embargo, aceptar trabajar en demasiadas tareas y participar en demasiados proyectos puede afectar el rendimiento y generar estrés. Así, aprender a decir que no es vital tanto para su éxito como el de la empresa para la que trabaja. Estos son algunos consejos para aprender a decir que no en su trabajo.
Antes de decir que sí o que no, comprenda la tarea Antes de decirle que no a un colega o supervisor, asegúrese de hacer las preguntas correctas y de comprender completamente la tarea; lo que incluye el período de tiempo, los parámetros, cómo se medirá, cómo puede afectar su trabajo, etc. Está bien pedir unas horas o días para considerar las cosas y formular razones válidas para su respuesta. No diga que sí de manera apresurada Es fácil decir que sí automáticamente pero, antes de que se de cuenta, tendrá los plazos acumulados, una bandeja de entrada llena y un calendario repleto de reuniones. Aprender a resistir la tentación de decir que sí puede ser difícil, pero vale la pena. Intente concentrarse en las razones para decir sí o no, más que en su reacción emocional. Considere sus otros compromisos, su carga de trabajo, el impacto en su equipo y cómo tener más responsabilidad podría afectar su capacidad para continuar con las tareas existentes.
Sea directo Si usted no tiene ni el tiempo ni el deseo de hacer una tarea adicional, sea honesto y directo sobre su decisión y sus razones. Decir que no por lo general nos hace sentir incómodos porque de niños aprendimos que decir que no es descortés. Sin embargo, el “no” no debe ser una palabra prohibida, sino una decisión propia basada en nuestros juicios. Si su razón para decir que no es la carga laboral, puede optar por mencionar los proyectos y tareas en los que está trabajando, como: “Muchas gracias por pensar en mí para esto, pero estaba planeando trabajar en este proyecto durante la semana”. Tome su decisión con confianza Demuestre confianza en la forma en la que habla y expresa su respuesta. No opte por frases que posterguen la decisión como "lo intentaré" o "me pondré en contacto contigo", si usted ya sabe que no va a poder hacer lo que le están pidiendo. Si desea tener un poco más de tiempo para tomar la decisión puede usar frases como "Lo pensaré un poco, pero ya estoy trabajando en proyectos X e Y en este momento". o “¿Puedo contactarte sobre eso?", pero sólo en el caso en el que aún no esté seguro de si podrá hacerlo.
Sea firme Si un colega es persistente y sigue intentando que usted diga que sí, defienda su posición. Repase las razones por las que eligió decir que no en primer lugar y, si las cosas no han cambiado, trate de mantenerse firme con su decisión. En su lugar, puede ofrecer otras soluciones o redirigirlo a algún lugar u otra persona que pueda ayudar, así, podrá seguir ofreciendo su apoyo sin aumentar drásticamente su carga de trabajo. Ofrezca alternativas Lo que nuestros colegas recuerdan no siempre es lo que decimos, sino cómo lo decimos. Desarrollar la capacidad de decir no de una manera constructiva puede ser mucho mejor para el clima organizacional. Al ofrecer soluciones y alternativas que pueden requerir menos tiempo o recursos, es posible que aún pueda brindar asistencia sin asumir estrés adicional o tensión mental, física o emocional.
Construya una buena reputación Su reputación puede tener un gran impacto en la recepción que reciben sus respuestas. Si bien decir que no puede ser empoderador, es importante asegurarse primero de tener una sólida reputación por su ética, entusiasmo y la voluntad de decir que sí y trabajar en equipo. Asegúrese de crear una reputación como empleado confiable y dedicado que cumple con sus responsabilidades. Esto puede ayudar a generar un nivel de confianza y buena voluntad que respalde y valide las razones por las que decide decir que no. Uno de los mayores desafíos cuando se trata de aprender a decir que no es reformular nuestra propia negatividad en torno a la palabra. El “no”, no tiene por qué ser algo malo. Nuestro rechazo de hoy no tiene por qué demostrar una falta de dedicación o espíritu de equipo, más bien demuestra que valoramos nuestro tiempo y compromisos. Decir “no” no tiene por qué significar que tengamos una actitud negativa o una visión derrotista; puede significar que reconocemos nuestras propias limitaciones, valor y bienestar, y que nos sentimos cómodos y confiados al expresar cuándo sería beneficioso recibir ayuda o apoyo adicional.