En Latinoamérica, Colombia siempre se ha destacado porque sus ciudadanos tienen un fuerte sentimiento a ser emprendedores. Mientras GEM (Global Entrepreneurship Monitor) nos posiciona en tercer lugar con una intención de emprendimiento del 47%, después de Perú y Chile; el Reporte Mundial de Emprendimiento AGER 2014 señala que el 88% de los colombianos tienen una actitud positiva hacia el emprendimiento.
Pero del “dicho al hecho, hay mucho trecho”. Porque los colombianos también analizan muy bien las situaciones y las condiciones para poder hacer realidad su sueño de independencia económica. “Existen grandes retos de encuentro entre empresas, gremios, academia y sector público para desarrollar capacidades de emprendimiento en la población a través de herramientas prácticas e innovadoras de enseñanza y aprendizaje, en otras palabras, acercar mejor la teoría con la práctica” explica Miguel Francisco Arismendi, Director General de Amway para la Región Andina. Además, una cosa es tener la iniciativa y el deseo y otra muy distinta es contar con los recursos para lograrlo. Especialmente, porque en Colombia hay unas exigencias y requisitos tributarios que pueden hacer un poco difícil pensar en el futuro de un negocio. Incluso, actualmente existe una gran variedad de iniciativas tanto gubernamentales como privadas que apoyan los proyectos de futuros empresarios, contribuyendo con recursos. Pero luego la formalización de la empresa y el sostenimiento a futuro, puede ser un poco más complicado. FP le recomienda “Las razones por las que en Colombia se habla tanto de emprendimiento”. La creación Aunque la mayoría de negocios empiezan con una idea pequeña, pequeñas producciones y con ventas entre amigos y familiares; por lo general no se entiende la importancia de hacer una “legalización”, pero con el paso del tiempo la formalización es una especie de “cédula” que permite que las empresas tengan mayores posibilidades de crecimiento y reconocimiento ante el Estado y la sociedad. De acuerdo con el experto Juan Sebastián Noriega, asesor en temas de emprendimiento y temas de impuestos para empresas en Gestión Legal Colombia Consultores, “crear una empresa en Colombia es cada vez más fácil, sin necesidad de intermediarios, abogados o tramitadores cualquier persona tiene una compañía operativa en cuestión de días”. Efectivamente, la creación se trata de un proceso sencillo y, dependiendo de la ciudad en la cual la persona esté establecida, podrá asesorarse por la cámara de comercio correspondiente para hacer el respectivo trámite, para lo cual tendrá distintas opciones. Pero antes de hacer la respectiva tramitación, es necesario tener en cuenta el presupuesto que necesitará para esos primeros pasos así como qué tipo de empresa se debe crear, que se adecúe a sus necesidades y al perfil que busca darle a su negocio. En Colombia, por ejemplo, la mayoría de empresas son creadas como sociedad por acciones simplificada o lo que se conoce como S.A.S. El experto Noriega explica que las empresas S.A.S “son las más económicas porque su creación por documento privado elimina el gastos en derechos notariales. Es la única razón, en Cámara de Comercio todas las empresas sin importar su “tipo” pagan lo mismo”. Los costos Así, no existe un capital mínimo para la creación de empresa: ya dependerá de cuánto vayan a necesitar los emprendedores para ejecutar sus ideas así como del apoyo financiero que recibirá. En un ejercicio que nos ayuda el experto de Gestión Legal Colombia, para una empresa con un capital de $10.000.000 se requeriría: DESCRIPCIÓN ENTIDAD VALOR Constitución de Sociedad Cámara de comercio $34.000 Impuesto de registro (Con cuantía) Cámara de comercio $70.000 Matricula persona jurídica Cámara de comercio $131.000 Formulario de registro mercantil Cámara de comercio $4.500 Inscripción de los libros Cámara de comercio $12.000 TOTAL $251.500 Con esto, como se puede dar cuenta, realmente no sale muy costoso crear empresa. Además, porque los valores son proporcionales al monto inicial de capital de creación. Lo que muy pocos emprendedores consideran es lo que viene después de eso, que no solo incluye el costo del mantenimiento y sostenimiento (lo que se conoce como costos fijos) sino también otros compromisos tributarios que vienen a futuro, para determinar y resolver preguntas como –según explica Noriega-: • ¿Qué retención le aplico a un pago? • ¿Cuáles son los requisitos para que un gasto sea deducible? • ¿Cuál es la retención a un empleado? • ¿Cuándo debo presentar los impuestos? • ¿Qué pasa si tengo saldos a favor en IVA y no presento declaración? Además, con el crecimiento de la misma, deberá también empezar a considera pasos como el que tendrá que dar entre ser “persona natural” a ser “persona jurídica”, que estará marcado por variables como la retención en la fuente y los parafiscales. Sugerimos leer “Emprender o no, ¿cómo saber si está preparado?”. El plan Esto no significa que su sueño de ser independiente y tener su propia empresa no se pueda realizar, por el contrario, todo se trata de una buena planificación y asesoría para establecer un “paso a paso” que le ayuda a crecer económicamente para generar un negocio rentable y sostenible en el tiempo. Esto solo se logra con estrategias y analizando muy bien, desde el inicio, el tipo de producto o servicio que se quiere ofrecer, proyectar su acogida, su competencia y verificar la efectividad de los canales por los que se quiere llegar. Cuando se avanza prudentemente y se hacen evaluaciones de estos aspectos, será mucho más fácil darle dirección a futuro a su negocio. No en vano, “en su afán por obtener rentabilidad, administran acciones cortoplacistas como incrementar las ventas a través de promociones y olvidan dedicarle tiempo a decisiones de largo plazo y no invierten en desarrollo ni tecnología”, señalan los docentes de la EAN Rafael Pérez-Uribe y María del Pilar Ramírez, quienes recientemente presentaron los resultados de la investigación sobre los determinantes para el éxito o fracaso de las Pymes colombianas. Lea también “Las 6 características que un negocio debe tener para no fracasar”.