Para muchos, tomar descansos en el día puede generar un impacto negativo en la productividad. Sin embargo, eso no es lo que muestra la ciencia.  Varios estudios han confirmado que el aumento en la productividad que se genera luego de tomar un ‘break‘ más que compensa los minutos que se utilizan descansando o relajándose.  En ese sentido, maximizar la productividad no se trata de trabajar tan duro como se pueda durante el mayor tiempo posible. Al contrario, se debe aprender a equilibrar el trabajo con la capacidad de tomar descansos para tener resultados de calidad.  Dentro de las ventajas que tiene tomar breaks, además de aumentar la productividad, están poder retener y procesar mayor información, incentivar la creatividad, hacerse una imagen más grande del trabajo y ayuda a fomentar hábitos saludables. 

Una vez se reconoce la importancia de las pausas, la pregunta es ¿exactamente qué tipo de descansos se deben tomar y cuándo? Estos son los tres tipos de ‘breaks’ que se tienen que tomar en el día según expertos. Descansos físicos o activos No es sorpresa que el descanso físico esté dentro de los ‘breaks‘ necesarios. Hay una enorme lista de estudios que confirman los beneficios del ejercicio, no sólo en la salud, sino en el estado de ánimo y en la productividad.  Este tipo de descanso no tiene que ser un ejercicio de alta intensidad ni de larga duración. Puede salir a caminar, pasear al perro, saltar la cuerda, trotar, o hacer ejercicios de estiramiento. 

Social Este es un descanso menos obvio, pero con la pandemia y el aislamiento social, puede que sea más importante que nunca.  Este tipo de descanso puede hacerlo tomando un café con un amigo, haciendo una videollamada, almorzando con su pareja, jugando un tiempo con sus hijos, o simplemente llamando a un familiar o a un amigo.  Varias investigaciones muestran que la conexión social es uno de los mejores mecanismos para combatir el estrés y que nos levanta el ánimo incluso cuando inicialmente nos sentimos reacios a conectarnos con los demás.

Espiritual Probablemente este es el tipo de descanso menos intuitivo, pero algunos expertos recomiendan tomarlo, pues según varias investigaciones sentirse conectado a algo más grande puede ofrecer distintos beneficios.   Muchas actividades espirituales pueden encajar perfectamente en un día laboral, como rezar, meditar, leer textos espirituales, escuchar música reconfortante, o hacer cualquier cosa que ayude a conectar con algo más grande.