Aunque existe una tendencia creciente que busca que más mujeres se conviertan en las timoneles de las empresas o que formen parte de sus juntas directivas, esto aún no se ha logrado y desde hace varios años se atribuye al llamado ´techo de cristal’. Este se refiere a las barreras invisibles a las que se ven expuestas las trabajadoras altamente cualificadas que les impiden alcanzar los niveles jerárquicos más altos en las empresas, independientemente de sus logros o méritos. No obstante, un reciente estudio de Lean In, un grupo sin fines de lucro que promueve la igualdad de género, junto con McKinsey & Co sostiene que lo que verdaderamente impide que las mujeres asciendan en el mundo corporativo es que puedan dar los primeros pasos hacia los cargos de coordinadoras, gerentes, luego de directoras o de vicepresidentas.
A esa dificultad para avanzar la denominaron el "peldaño roto", el cual reduce las probabilidades que ellas avancen en el organigrama organizacional. Prueba de ello que es que en Estados Unidos por cada 100 hombres que alcanzan su primer cargo gerencial, solo lo logran 72 mujeres. Como resultado, hoy ellos ocupan casi dos tercios de los puestos de nivel gerencial. En una entrevista para la Fundación Thomson Reuters y publicada en la web del Foro Económico Mundial, Rachel Thomas, directora ejecutiva de Lean In, sostiene que el peldaño roto es mucho más significativo que el techo de cristal, pues es en esas primeras opciones de ascenso donde las mujeres están más en desventaja. "Algunas mujeres con mayor experiencia y edad están rompiendo el techo de cristal, pero detrás de ellas no hay suficientes haciendo el mismo proceso", asegura Thomas. Otra investigación muestra que no hay suficientes directores de empresas preocupados por la diversidad de género e incluso a nivel global la importancia de la diversidad hoy está en su punto más bajo de los últimos cinco años, después de una subida constante desde 2015. Una encuesta de PwC entre más de 700 miembros de juntas directivas de empresas estadounidenses, 80% de los cuales son hombres, muestra que a dos tercios de los encuestados les preocupa la diversidad de género, pero que ya llevan varios años concentrados en ese tema y ahora quieren pasar a otro. El número de mujeres en juntas directivas de empresas que cotizan en bolsa ha aumentado en cinco años de aproximadamente una en cada 5 a una en cada 4. Sin embargo, arreglar el peldaño roto para que un número igual de hombres y mujeres den el primer paso en la jerarquía organizacional agregaría un millón de mujeres en cinco años a los puestos corporativos más altos de Estados Unidos, algo similar podría ocurrir en Colombia, donde hoy hay más mujeres formándose en las universidades que hombres, en especial en carreras como derecho.
Alexis Krivkovich, socio gerente senior de McKinsey, citado en el artículo del Foro Económico, sostiene que "si las empresas centran su atención en arreglar el peldaño roto, el impacto es masivo". Su consejo es que las compañías establezcan metas de ascensos femeninos en su primer nivel jerárquico, recluten mujeres de manera más activa y hagan programas de capacitación sin prejuicios entre su personal, de manera que al tomar las decisiones de contratación y ascenso se hagan realmente por méritos.