Barú se ha consolidado con el paso de los años como uno de los principales destinos turísticos del país. Ubicada cerca de Cartagena, esta península se caracteriza por el color de su arena, blanca y rosada, así como por la claridad del agua que permite ver el fondo del mar. En sus cercanías hay caños con mangles, espejos de agua y jardines submarinos.
Este lugar cuenta con diversas playas, pero en la lista de las más destacadas se encuentran, entre otras, Playa Blanca, Cholón, Agua Azul y Agua Tranquila, de acuerdo con información del portal Colombia Travel. La primera es la más extensa y su nombre se relaciona con lo que los viajeros pueden observar y disfrutar, pues en este lugar se tiene la posibilidad de apreciar la arena clara, que contrasta con el agua color turquesa.
A Cholón solo se puede acceder en bote. El tamaño de la playa es pequeño, pero el plan, más que disfrutar la arena, es fondear la lancha o el yate y disfrutar del sol y la música. Allí los viajeros tienen la posibilidad de disfrutar una rica gastronomía, pero la recomendación de los expertos es que siempre es mejor preguntar los precios antes de consumir con el fin de evitar posibles malentendidos.
El mencionado sitio web indica que Agua Azul y Agua Tranquila son lo opuesto a Cholón. Son playas para descansar y disfrutar la quietud y la belleza que ofrece el paisaje.
Sin embargo, estos no son los únicos planes que pueden hacerse en Barú. En este paradisiaco destino los viajeros tienen la posibilidad de practicar deportes náuticos como snorkel, kayak o windsurf, ver los atardeceres o pasear en moto acuática.
Avistamiento de mapaches
Adicionalmente, para los amantes de la naturaleza, ahora los viajeros tienen la posibilidad de avistar mapaches, teniendo una experiencia única con la vida silvestre, pero cuidando que la actividad no vaya en contra del medioambiente.
El objetivo es que este sea un plan responsable y sostenible, con el fin de preservar la biodiversidad y la integridad del ecosistema de manglar, un hábitat esencial para múltiples especies, según indica la Corporación Autónoma Regional del Canal de Dique (Cardique).
Para las directivas de esta entidad, cuando no se gestiona adecuadamente, este tipo de turismo puede generar un impacto negativo en los entornos naturales y en la fauna que los habita, lo que pone en riesgo la continuidad de estas prácticas a largo plazo.
Si los viajeros optan por disfrutar este atractivo, es importante que sigan algunas recomendaciones, con la idea de que la actividad de avistamiento no interfiera con el bienestar de estos animales, ni con el equilibrio del manglar.
De igual forma, es importante tener presente que no es aconsejable entrar en contacto directo con estos animales, ya que pueden ser portadores de enfermedades que representan un riesgo tanto para los humanos como para otras especies.
El objetivo es entonces apreciarlos desde la distancia, tomar fotos o realizar videos, siempre guardando una distancia prudente. De esta forma, se podrá sacar provecho de esta nueva posibilidad de interacción con la naturaleza cuando se esté de visita en Barú.