Son muchos los lugares turísticos a los que puede acceder en Colombia, gracias a la diversidad de su territorio, que tiene una amplia oferta de lugares que se ajustan a todos los gustos.
Pero al lado de estos centros turísticos, hay un importante legado que hace que el país sea muy llamativo por su riqueza histórica y cultural, en donde héroes y próceres han dejado su huella.
Las dos casas de Simón Bolívar
La historia del país está llena de personajes importantes que en su momento causaron gran impacto en el territorio nacional. De ahí que muchos de los turistas que llegan a Colombia, más que ir en búsqueda de un lugar de diversión y descanso, están tras los pasos de quienes marcaron el desarrollo político y social de la nación.
Tal vez uno de los personajes que más han marcado la vida colombiana es el general Simón Bolívar, quien también es conocido como el Libertador, quien lideró la campaña de independencia del Virreinato de Nueva Granada.
Este destacado líder pasó mucho tiempo en el territorio colombiano, específicamente en dos propiedades, las cuales, con el pasar de los años, han sido adecuadas como centros turísticos a los que cualquier turista nacional o extranjero tiene acceso, ya que se consideran como espacios únicos para el patrimonio colombiano.
Bogotá: la Quinta de Bolívar
Este lugar es una de las edificaciones más antiguas que se encuentran en la capital. Según la información que se puede encontrar en la página web de este museo, la historia de esta propiedad se remonta a la década de 1670, cuando se dona a la ermita de Monsterrate un área de tierra conocida como la Toma de la Aduana.
En 1800, este predio fue vendido al contador principal de la renta de tabaco de Santa Fe, quien construyó una quinta campestre como homenaje a la esposa del virrey Antonio Amar y Borbón, en su cumpleaños.
El 16 de junio de 1820, el gobierno de la Nueva Granada se la regaló al Libertador como muestra de gratitud por su servicio a la causa independentista.
Así fue como Bolívar fue propietario de esta quinta por diez años, aunque sólo la habitó por 423 días, debido a sus diversos viajes a lo largo del territorio en las campañas de independencia.
Antes de abandonar la capital en 1830, el Libertador traspasó la propiedad a su gran amigo José Ignacio París. Posteriormente, la quinta tuvo varios propietarios.
En el año 1922, la nación se convirtió en la propietaria de la quinta y fue adaptada como museo. En 1975, la quinta fue declarada monumento nacional.
Santa Marta: Quinta de San Pedro Alejandrino
Esta propiedad se encuentra a unos 5 kilómetros del centro de Santa Marta; fue fundada el 2 de febrero de 1608 y ha pasado por varios propietarios a lo largo de la historia.
Simón Bolívar no fue como tal un propietario de este lugar, pero fue allí que el Libertador pasó sus últimos días de vida antes de sucumbir ante una grave enfermedad a la edad de 47 años.
De acuerdo con el portal web de la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, el Libertador llegó a este predio el 6 de diciembre de 1830, poco después de entregar su propiedad en Bogotá.
En el año 1891, el entonces propietario de la hacienda la vendió al departamento de Magdalena con el fin de conservarla. Ese mismo año, empiezan los trabajos de restauración y tiempo después fue declarada monumento nacional histórico.
Actualmente, la quinta funciona como museo, haciendo de este espacio uno de los centros culturales más importantes de Santa Marta.