Recorrer la ruta del café en Colombia es sumergirse en el corazón de una de las tradiciones más emblemáticas del país, que ofrece una experiencia auténtica de la mano de los tradicionales productores de café, incluyendo durante esta aventura paisajes únicos del país.
Su reconocimiento mundial es tan importante que fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, no solo por ser un destino en el que se produce uno de los cafés más apreciados del mundo, sino por ofrecer paisajes, cultura y experiencias inolvidables.
De acuerdo con el portal de turismo Colombia Travel, caminar por montañas mientras campesinos recogen el café y ver el proceso del tueste podría convertirse en una aventura memorable que, por supuesto, se completa de manera satisfactoria cuando el viajero se toma el espacio de sentarse a probar una taza deliciosa de este producto mientras el sol cae sobre el valle de las montañas.
Este mismo sitio web indica que la ruta comienza desde Cúcuta, en la frontera con Venezuela, hasta el Paisaje Cultural Cafetero, por pueblos tan fantásticos como Salento, Filandia, Santa Rosa de Cabal y Quimbaya, donde los turistas pueden aprender sobre el proceso de cultivo, recolección y tostado del café.
Además, las degustaciones guiadas permiten apreciar las notas y aromas que hacen único al café colombiano, que combina de manera perfecta con los exuberantes paisajes del Valle del Cocora, hogar de la palma de cera, hasta los parques naturales ideales para el senderismo y la observación de aves en el Eje Cafetero.
Consejos para vivir una buena experiencia en la ruta del café en Colombia
Más que un viaje, esta aventura es una celebración de la cultura, el trabajo y el espíritu colombiano que empieza en los Andes Occidentales Colombianos, en una zona de encanto que tiene como atractivo sus montañas, el clima y lugares tan exóticos como el Valle del Cocora.
Esta ruta ha cautivado a tantos turistas de diferentes partes del mundo, que la revista de viajes Travel + Leisure no solo la mencionó en uno de sus artículos, sino que compartió una serie de consejos para disfrutarla al máximo.
Animarse a disfrutar de una cata de café en una finca cafetera
Sin importar en qué punto inicia la ruta, el medio invita a disfrutar de una cata de este grano en una tradicional hacienda cafetera, afirmando que adentrarse “para conocer los cultivos será lo que le dará un toque especial al camino”.
Para entender mejor la selección del fruto, destaca que no hay nada como tocar con las manos los cerezos de café, sentir su aroma antes del tueste y conocer cómo es el trabajo de los campesinos, degustando todo tipo de café con el objetivo de diferencias sus texturas, sus procedencias, sus aromas y sus terminados.
Probar el café en cada lugar e identificar sus diferencias
Cada lugar tiene un sabor distinto de café para ofrecer a sus visitantes, por más increíble que parezca. Por eso, la revista aconseja visitar distintos lugares para saborear la esencia única de cada uno, que puede variar dependiendo el clima, la altura y las precipitaciones de las zonas.
Descubrir las características de cada región cafetera
Por último, destaca que en Colombia hay más de ocho regiones cafeteras, lo que significa un abanico de opciones para descubrirlo desde el norte, sur y centro del país.
Durante estas rutas se visitan sitios como Antioquia, la Minca en la Sierra Nevada de Santa Marta y norte de Santander. También el Tolima y Valle del Cauca en el centro; y por el Sur, Huila, Cauca y Nariño.