Probar diferentes platos en los lugares que se visitan es uno de los placeres más grandes para muchos turistas, sin embargo, a la hora de escoger el vino que las acompañará no siempre se es asertivo.
Es por eso que no debe perderse de estos consejos que le ayudarán a disfrutar mejor de sus comidas al saber escoger el vino que va mejor con cada una de ellas.
Mejores vinos, mejores comidas
Elegir el vino adecuado para acompañar las comidas puede transformar una experiencia gastronómica en algo totalmente satisfactorio.
La combinación vino comida, le ayudará a resaltar los sabores, texturas y aromas, creando una armonía a la hora de comer.
Alcanzar el equilibrio
Uno de los principios básicos que hay que considerar a la hora de pedir un vino es alcanzar el equilibrio entre la intensidad del vino y la comida. Para platos fuertes como carnes rojas y guisos, es ideal optar por vinos tintos de cuerpo completo como un Cabernet Sauvignon o un Malbec, los cuales se complementan con los sabores intensos de la carne.
Por el contrario, para las carnes blancas y pescados grasos es preferible optar por un vino más suave, el cual no opacará los sabores del plato.
El maridaje
La armonía entre vinos y platos no siempre es un ejercicio fácil. Si el plato tiene una salsa ácida, como la de tomate o la salsa cítrica, es mejor acompañarlo con vinos de acidez similar.
Los vinos italianos como en Chianti tienen una acidez equilibrada, por lo que son excelentes para pastas con tomate, tal y como se indica en el libro “The Wine Bible” de Karen MacNeil. De igual manera, los pescados y mariscos suelen maridar mejor con los vinos blancos y frescos, que ofrecen notas ligeras y cítricas.
Para aquellos platos con un toque picante o con especies, como es el caso de las comidas mexicanas o de la India, los vinos con un toque de dulzura pueden balancear el picante y añadir una nota refrescante al plato.
Por lo general, los vinos blancos aromáticos y ligeramente dulces funcionan bien con este tipo de comidas, ya que contrarrestan la intensidad de estos sabores, sin competir con ellos.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que los postres también tienen sus propias reglas de maridaje. Los vinos de postre suelen ser dulces y complejos, perfectos para complementar el azúcar de los postres.
La regla básica es que el vino debe ser tan dulce o más dulce que el postre que se esté degustando, de lo contrario, este puede resultar ácido o amargo.
Elija un vino que realmente le guste
La experiencia de un buen maridaje tiene que ver con el sabor del vino y su combinación perfecta con cada tipo de plato, de manera que usted debe sentir una sensación placentera cuando se tome el vino y así evitar opacar el sabor del plato que ha pedido, tal y como lo indica el libro What to Drink with What You Eat, de Andrew Dornenburg y Karen Page.