Con su arquitectura bien preservada, calles adoquinadas y una atmósfera tranquila, Villa de Leyva ofrece a los visitantes una gran variedad de actividades para disfrutar en un día o un fin de semana completo.
Si se dispone de un solo día, o si se tiene más tiempo para explorar, este hermoso pueblito boyacense tiene algo para todos.
Un día en Villa de Leyva
Si solo se dispone de un día para visitar Villa de Leyva, es posible aprovechar al máximo el tiempo recorriendo los puntos más emblemáticos del centro histórico.
La primera parada obligatoria es la Plaza Mayor, famosa por ser una de las más grandes de América Latina. Rodeada de edificios coloniales y adoquinada en su totalidad, la plaza es un símbolo del patrimonio histórico de la región.
Después de recorrer la Plaza Mayor, el siguiente paso es pasear por las carreras 9 y 10, donde se pueden observar casas coloniales bien conservadas y pequeñas tiendas de artesanías y productos locales. Siguiendo por estas calles, se llega a la Plaza del Carmen, un rincón tranquilo con una pequeña iglesia que ofrece una vista hermosa de la ciudad.
El Parque Ricaurte y la Casa del Primer Congreso son dos paradas culturales importantes. El parque es un espacio verde dedicado a Antonio Ricaurte, un héroe de la independencia, mientras que la Casa del Primer Congreso es un museo que conmemora la primera sesión del Congreso de las Provincias Unidas en 1810.
Para terminar el recorrido de un día, es posible visitar la Casa Terracota, una singular obra arquitectónica hecha completamente de barro cocido.
Esta “casa habitable más grande del mundo” se ha convertido en un símbolo del arte y la innovación en la región. Si aún queda tiempo, un museo adicional como el Museo del Fósil es otra excelente opción para cerrar la jornada.
Si se cuenta con dos días para visitar Villa de Leyva, se puede disfrutar de las atracciones mencionadas con mayor tranquilidad y añadir algunas aventuras adicionales.
Además de visitar los museos del centro, es recomendable subir al Mirador El Santo, desde donde se obtiene una vista panorámica espectacular del pueblo y sus alrededores.
Para aquellos que buscan un poco más de aventura, un segundo día ofrece la oportunidad de explorar los alrededores de Villa de Leyva.
El pueblo de Ráquira, conocido como la capital de la cerámica en Colombia, es una excursión interesante. Aquí, los visitantes pueden adquirir artesanías locales y disfrutar de la atmósfera tradicional del pueblo.
Otra opción es apuntarse a una de las excursiones de naturaleza, como la visita a los Pozos Azules, unas pequeñas lagunas de color turquesa que se encuentran a las afueras del pueblo, o el Parque Ecológico La Periquera, que cuenta con senderos para caminar y cascadas impresionantes.
Aunque es posible recorrer los principales atractivos de Villa de Leyva en un solo día, se recomienda pasar al menos una noche para disfrutar con calma de su atmósfera.
Las calles del pueblo, iluminadas por faroles coloniales en la noche, ofrecen una experiencia romántica y única. Además, la oferta gastronómica es variada, con restaurantes que sirven desde platos tradicionales hasta opciones internacionales.
¿Cómo llegar a Villa de Leyva?
Llegar a Villa de Leyva desde Bogotá es relativamente sencillo. Se puede tomar un autobús desde el Terminal Norte o Salitre, con un costo aproximado de entre $40.000 y $45.000 mil pesos por trayecto directo.
También se puede optar por hacer una parada en Tunja, desde donde el viaje a Villa de Leyva cuesta aproximadamente $12.000 pesos. Para aquellos que prefieren la comodidad del transporte privado, la ruta ofrece la libertad de hacer paradas en lugares de interés como la Catedral de Sal de Zipaquirá o la Laguna de Guatavita.
Villa de Leyva es un destino versátil que se puede disfrutar en una visita corta o un fin de semana extendido. Con sus calles llenas de historia, opciones de turismo cultural y aventuras naturales, es un lugar que no se debe dejar de explorar.