Es tiempo de Navidad y de tomarse un buen descanso y, por qué no, de conocer algunos lugares fuera de lo común, que hagan que la imaginación traslade a cientos de siglos atrás.
Europa es el mejor lugar para encontrarse con culturas antiguas, ya que en varios de sus países se encuentran rastros de aquellas épocas que dejaron huellas en la humanidad.
Por eso, si usted quiere viajar en el tiempo hacia la época medieval, alístese para vivir una experiencia extraordinaria en uno de los pueblitos más bonitos de España: Pedraza.
El pueblo medieval que debe conocer alguna vez en su vida
Pedraza fue declarada Conjunto Monumental en 1951 y está situada a 1.073 metros de altitud, en el piedemonte segoviano. Hacer un paseo por sus calles hará que el turista disfrute la quietud y autenticidad del entorno.
De acuerdo con la publicación de la National Geographic, Pedraza es una villa medieval amurallada que le permite al turista contemplar palacios y casas que pertenecieron a los nobles, las cuales se construyeron alrededor del siglo XVI y que en la actualidad se encuentran muy bien conservadas.
Como buena ciudad de la época, tenía una muralla para defenderse de los invasores y enemigos, de la cual pueden apreciarse algunos tramos.
Según lo que se registra en la publicación en mención, hoy, esta villa cuenta con unos 125 vecinos quienes viven del turismo, por lo que podrá encontrar numerosos restaurantes, tiendas de decoración, muebles rústico, artesanías y otro tipo de variedades que le permitirán llevarse un buen recuerdo a casa.
¿Qué ver en esta población medieval?
En este lugar podrá disfrutar algunos sitios de interés que invita a descubrir la propia web de turismo del municipio:
La Cárcel de la Villa es un edificio medieval del siglo XIII que fue reconstruido en el XVI. Es propiedad de la Comunidad de la Villa y Tierra de Pedraza, y se abrió al público el 1 de abril de 1994 gracias al esfuerzo de la Fundación Villa de Pedraza.
Cuando llegue a este lugar, usted podrá ver cómo era una mazmorra, los cepos para manos y pies con que se sometía a los presos, la gran chimenea con escudo de las dependencias del carcelero, y las lóbregas mazmorras de los pisos bajos, entre muchas otras cosas de la época
La Calle Real siempre ha mantenido su nombre y es la columna vertebral de esta población. Conduce hasta la Plaza Mayor y desde allí la calle Mayor apura hasta el castillo, uno de los símbolos más representativos de la época medieval.
Entre los edificios más notables está la Casa de Pilatos, un caserón del siglo XVI que perteneció a la familia Ladrón de Guevara.
Finalmente, no puede dejar de recorrer la Plaza Mayor, una estructura castellana que se ha ido formando poco a poco a lo largo de los siglos. Es un lugar hecho a retazos, nadie la diseñó y aun así es una de las plazas mayores más bellas de España.