Boyacá se ha consolidado con el paso de los años como uno de los destinos ideales para incluir en un plan de vacaciones, pues hay diversidad de lugares para conocer y disfrutar. Su amplia oferta en lugares de naturaleza, arquitectura colonial y rica gastronomía, son solo algunos de los atributos que los viajeros pueden hallar en este departamento.
En su territorio, los viajeros tienen la posibilidad de conocer, entre muchas otras cosas, páramos, lagunas, cascadas, valles y montañas, todo enmarcado dentro de lindos paisajes. Sus condiciones geográficas hacen de este departamento una región muy especial, pues los turistas tienen la posibilidad de disfrutar de las maravillas naturales que lo hacen único.
Boyacá cuenta con 123 municipios y cada uno de ellos tiene algo especial que llama la atención de propios y foráneos, y uno de los que no pasa desapercibido es Soatá, capital de la Provincia Norte del departamento. Es un lugar que destaca por su condición climática, que lo hace acreedor de una nutrida oferta turística, donde resaltan los hoteles, balnearios, restaurantes y negocios que comercializan dulces a base de frutas.
Producción de dátiles
Datos del Sistema de Información Turística de Boyacá (Situr), indica que en lengua muisca esta palabra significa labranza del sol. Este pueblo, ubicado a unas tres horas de Tunja, la capital boyacense, es reconocido como “la ciudad datilera de Colombia”, gracias a la producción de esta fruta, que es nativa de la región y se utiliza como materia prima para la fabricación de dulces y otras golosinas que son comercializadas dentro y fuera del departamento.
Uno de los detalles que los viajeros pueden conocer en este pueblo es una palma datilera, que se encuentra en un lado del parque principal y que se consolida como símbolo de su importancia local.
El casco urbano de Soatá está situado a 1.950 metros sobre el nivel del mar y los afluentes más importantes son los ríos Chicamocha y Susacón. Otro de los aspectos que destacan en este lugar es la presencia de bosques secos en el área montañosa del municipio, que son precisamente uno de los atractivos para los viajeros que llegan de paseo al lugar.
Dentro de la oferta turística de este pueblo están algunos sitios naturales, religiosos e históricos como la cascada El Chorro, La Cueva del Indio y la quebrada de San Antonio, además del monasterio de las Hermanas de la Visitación, la capilla de San Antonio, el alto de Santa María (sitio de gran peregrinaje, pues allí se halla el monumento de la Virgen de la Medalla Milagrosa), el parque Juan José Rondón (lugar construido en homenaje al prócer) y la capilla de La Piedra.
Por otro lado, se encuentra la imponente catedral en el parque principal, la cual se convierte en un escenario ideal para los devotos y amantes del turismo religioso.
Dicen, quienes conocen, que uno de los puntos que no se debería dejar de visitar es la Plaza de Mercado, un lugar que reúne olores y sabores del campo soatense, en donde es posible disfrutar de diferentes platos típicos como el cabrito asado, el mute, los tamales, la fritanga y el sancocho de gallina, comidas que resultan imperdibles en esta región.
En este municipio los viajeros también pueden pasar un fin de semana recreativo en el Pisciclub, el cual es el centro turístico, recreativo y vacacional del norte del departamento. Así las cosas, hay actividades para todos los gustos y para toda la familia.