Existe un lugar mágico situado entre las islas de Tintipán y Múcura, a donde se llega luego de un viaje de más o menos una hora, en lancha, desde el municipio de Tolú, en el departamento de Sucre. Se trata del Islote de Santa Cruz, uno de los sitios más densamente poblados del mundo.
Se trata de una isla artificial, con una muy pequeña extensión, un poco más de una hectárea, en donde viven alrededor de unas mil personas. El islote forma parte del archipiélago de San Bernardo, en el golfo de Morrosquillo, el cual está conformado por ocho islas más.
El portal Colombia Travel indica que sus calles son estrechas, las casas están pintadas de colores vivos y su cancha de fútbol no mide más de 15 metros de largo por seis metros de ancho.
Si bien es un territorio, que por su tamaño no tiene muchas actividades para realizar, lo cierto es que anualmente recibe cientos de turistas tanto nacionales como extranjeros que, motivados por la curiosidad, llegan para conocer este particular lugar y saber cómo viven las personas que allí se encuentran.
Los habitantes aprovechan la llegada de viajeros para cobrar 10.000 pesos, lo que les da derecho a conocer de cerca cada uno de los detalles de este mágico sitio.
Para arribar a este curioso y particular lugar, se realiza un viaje en lancha que tarda en promedio una hora saliendo desde los municipios sucreños de San Onofre y Tolú o dos horas si se va desde Cartagena. Para llegar desde Bogotá, se puede viajar a esta última ciudad en avión y luego trasladarse al Islote de Santa Cruz.
Aunque se puede recorrer en apenas unas horas, debido a su tamaño, este lugar cuenta con hospedaje para aquellos que quieren pasar la noche en la isla y un acuario natural, que han construido los mismos isleños, para llamar la atención de los viajeros.
Algunas de las particularidades es que la energía eléctrica es suministrada por una planta de combustible y dos conjuntos de paneles que la Embajada de Japón donó hace un tiempo. Sin embargo, a veces se presentan problemas técnicos y es posible que la isla se quede sin luz por algunos días, mientras se solucionan los inconvenientes por parte de personal que llega desde Cartagena.
En cuanto al agua, en esta isla no hay líquido potable, por lo que sus habitantes recogen agua lluvia, con lo que hacen frente a la situación y en época de verano, la Armada Nacional los abastece.