Perú se ha consolidado, con el paso de los años, como uno de los destinos turísticos más llamativos para incluir en un plan de vacaciones, debido a la diversidad de oferta que ofrece, la cual pasa por su riqueza natural, cultural e histórica.
Es uno de los países suramericanos reconocidos por su gastronomía y la experiencia que brinda a sus viajeros desde diferentes frentes. Se trata de un territorio con grandes maravillas naturales; además de ofrecer una combinación de pasado, presente y futuro, pues las civilizaciones ancestrales van de la mano con ciudades modernas y cosmopolitas.
Uno de sus grandes atractivos es Machu Picchu, un lugar arqueológico que destaca por su arquitectura y sus construcciones de piedra. Sin embargo, no es lo único para conocer y disfrutar, pues también es rico en naturaleza y biodiversidad.
El portal Perú Travel indica que en cada una de las regiones de este territorio, los viajeros tienen la oportunidad de conocer y degustar la cultura culinaria, que va desde platos típicos que son la herencia de culturas ancestrales, hasta potajes que reflejan la variedad de insumos que se cultivan en esta tierra sagrada. Pero, ¿cuál es la mejor temporada para ir a ese lugar?
¿Cuál es la mejor época para ir a Perú, en materia de costos?
Si bien este resulta ser un destino imperdible para visitar en algún momento de la vida, es importante tener en cuenta algunas temporadas en las que puede salir un poco más económico el viaje. No es secreto, que en ciertos períodos, los precios de los vuelos y las tarifas de alojamiento tienden a ser más altos debido a la demanda turística.
Se dice que, en general, los meses más baratos para viajar a Perú se encuentran durante la temporada baja, que generalmente corresponde a los meses fuera del horario de vacaciones escolares y los períodos de menor afluencia turística, es decir, entre octubre y abril.
Si el plan es ir en temporada alta porque se tiene la posibilidad de disfrutar de las festividades y eventos culturales, entonces junio podría ser el mes indicado para hacerlo; siempre teniendo presente que los precios tienden a aumentar.
De igual forma, otra manera de ahorrar dinero es explorar destinos menos conocidos. Si bien lugares populares como Machu Picchu y la ciudad de Cusco son imprescindibles para conocer y aprovechar la estadía en este país, también hay otros destinos que se consideran tesoros escondidos y sitios menos visitados que pueden ofrecer una gran experiencia, pero sin altos costos.
Por ejemplo, hay planes relacionados con el disfrute de la naturaleza. En ese territorio es posible observar pájaros, mamíferos, primates y mariposas de colores brillantes, así como especies nativas con características únicas.
De igual forma, si lo que el turista busca es aventura, en este destino es posible realizar senderismo, practicar parapente, rafting y surf y lo mejor, es que todos se encuentran en algunos de los paisajes más bellos y coloridos.