Hace poco menos de dos años, ante el aumento de casos de ‘pasajeros disruptivos’ en el transporte aéreo de Colombia, el Ministerio de Transporte, la Aeronáutica Civil y el gremio de las aerolíneas lanzaron la campaña #PasajeroEjemplar, con el propósito de promover el buen comportamiento de los usuarios antes, durante y después del vuelo.
La campaña fue construida en conjunto entre Gobierno Nacional, operadores aéreos y las autoridades de Policía, teniendo en cuenta que de acuerdo con la normatividad colombiana contenida en el Código Nacional de Policía y el Reglamento Aeronáutico Colombiano (RAC), “se define a una persona disruptiva o perturbadora como aquella que no respeta las normas de conducta en un aeropuerto o a bordo de una aeronave”.
Esta definición también añade que una persona disruptiva o perturbadora es aquella “que no respeta las instrucciones del personal de aeropuerto o de los miembros de la tripulación. Además, que perturba el orden o la disciplina en el aeropuerto o a bordo de la aeronave”.
En este contexto, se estipuló que las malas conductas de los pasajeros sancionadas por la ley son:
- Agresión, intimidación, amenaza o acto temerario intencional que pone en peligro el orden o la seguridad de los bienes o las personas.
- Agresión, intimidación, amenaza o interferencia en el desempeño de las funciones de un miembro de la tripulación, o que disminuye la capacidad de éste para desempeñar dichas funciones.
- Acto temerario intencional o daño a una aeronave, su equipo o estructuras y equipo de atención que ponen en peligro el orden y la seguridad operacional de la aeronave o la seguridad de sus ocupantes.
- Comunicación de información que se sabe que es probadamente inconsistente, poniendo en peligro, la seguridad operacional de una aeronave en vuelo.
- Desobediencia de órdenes o instrucciones legítimas impartidas por las autoridades con la finalidad de realizar operación segura, ordenada o eficiente.
- Fumar en los baños o en la cabina del avión.
- Alterar indebidamente un detector de humo u otro dispositivo relacionado con la seguridad de las operaciones.
- Hacer funcionar un aparato electrónico cuando esté prohibido.
De acuerdo con los datos recogidos por la Aeronáutica Civil, las multas por mal comportamiento varían dependiendo de la infracción, que podrá ser clasificada de la siguiente manera:
Nivel 1. Conducta disruptiva verbal.
Nivel 2. Conducta física abusiva.
Nivel 3. Conducta amenazante para la vida (o despliegue de armas).
Nivel 4. Irrupción o intento de irrumpir en el compartimento de la tripulación de vuelo.
Otras conductas por las que lo podrían expulsar de un avión
Entre las restricciones más comunes de las tripulaciones de avión a nivel mundial, también hay otra serie de conductas que podrían ocasionar la expulsión de un avión tales como:
- Oler mal
- Llevar gérmenes a bordo
- Vestirse inadecuadamente
- Expresarse con insultos
- Presentarse en estado de embriaguez
- Muestras de afecto explícitas
- Hacer escándalo
- Quitarse los zapatos
- Demorar en el despegue
- Tener conductas descorteses
Consejos para evitar ser expulsado de un avión
- No pasarse de copas: esta es una regla fundamental para garantizar la seguridad del vuelo y es la primera razón por la que alguien puede ser rechazado en la puerta de un avión.
- Viajar con buen estado de salud: especialmente si hay alguna epidemia, ya que pondría en riesgo la salud de los demás pasajeros ante un posible contagio.
- Pensar antes de actuar: es importante no reaccionar de forma agresiva y tratar de manejar cualquier situación de manera pacífica.
- Tener buena higiene personal: en vista de que el espacio es cerrado, se deben implementar los protocolos de higiene adecuados antes de abordar el vuelo.
- Seguir las instrucciones: esto le evitaría una expulsión innecesaria.