Sucre es un departamento que tiene una gran oferta turística en la que destacan los planes de sol y playa. Es un destino que ofrece lugares con aguas cálidas, tranquilas y poco profundas, que resultan muy llamativas para los visitantes, además de que los turistas tienen la oportunidad de practicar diversos deportes acuáticos.
Además, quienes deciden visitar Sucre pueden realizar ecoturismo en sus bosques tropicales húmedos y en la zona de sus ciénagas y manglares. Los arroyos y caños que desembocan a los ríos Cauca, Magdalena y San Jorge forman gran cantidad de ciénagas y pantanos, algunos de ellos temporales, que solo son visibles durante la época de invierno.
En la lista de atractivos turísticos están las playas de Tolú y de Coveñas, así como el paseo por las islas de San Bernardo e Isla Palma, que se encuentran al frente de las costas de este departamento, y que forman parte del Parque Natural Nacional Corales del Rosario y de San Bernardo.
Dada su importancia en este tipo de turismo, Sucre ha venido trabajando con el fin de brindarles a los visitantes, tanto nacionales como a los que provienen del exterior, una oferta con productos sostenibles, en donde la preservación del medio ambiente es una de las prioridades.
Por esta razón, tres de sus playas fueron recertificadas con el distintivo internacional Bandera Azul, un reconocimiento que es otorgado por la Fundación Mundial para la Educación Ambiental (FEE), y que simboliza un estándar global de calidad en sostenibilidad y cuidado medioambiental. Aquí se incluyen: El Edén y Palo Blanco en Tolú, junto a la Segunda Ensenada, en Coveñas. En Colombia hay en total ocho playas con este reconocimiento.
La certificación Bandera Azul, además de evaluar la calidad del agua y la seguridad de las playas, exige criterios estrictos en cuanto a servicios, gestión ambiental, educación y accesibilidad. El trabajo realizado por Sucre se enfoca en un turismo que respeta y preserva su entorno natural y refuerza las oportunidades económicas y sociales de las comunidades locales.
En torno a este tema, la Gobernación dio a conocer que esta recertificación es parte de un plan para impulsar un nuevo modelo de desarrollo económico que busca transformar al golfo de Morrosquillo en un polo turístico de referencia mundial, con una infraestructura de calidad y una visión integral de sostenibilidad.
La gobernadora, Lucy García Montes, precisó que los proyectos incluyen la construcción de malecones en Tolú y Coveñas, la modernización del aeropuerto local y un hospital de segundo nivel en la región, acciones que no solo mejorarán el acceso y los servicios para los turistas, sino que también generarán desarrollo para la comunidad.
“Las Banderas Azules de nuestras playas son una invitación para que los visitantes disfruten de una experiencia única, comprometidos también con el cuidado del medio ambiente”, destacó la funcionaria, quien dijo, además, que mantener la certificación de las mismas es un incentivo para que el departamento continúe consolidándose como un destino turístico de alta calidad y responsable con la biodiversidad.
Las playas consideradas como banderas azules cuentan con algunas características especiales tales como casetas para el equipo de salvamento y seguridad de la playa, con material de rescate, primeros auxilios y otros equipos de emergencia, para la respuesta rápida ante incidentes, asegurando una atención efectiva y oportuna.
De igual forma, son lugares que deben tener accesos fáciles y seguros. Además, las playas urbanas deben ser accesibles para personas con discapacidad, por ejemplo. Otro aspecto determinante es que la calidad de aguas de baño en la playa, debe ser excelente, en todos sus puntos de muestreo, conforme a la Directiva de Calidad de Aguas de Baño.
En esta tarea, las autoridades departamentales han tenido el acompañamiento técnico de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Acodal).