Como muchas otras regiones del país, el Tolima destaca por ser un departamento con una gran oferta turística, en donde los viajeros tienen la posibilidad de disfrutar no solo de sus lindos paisajes, sino también de su gastronomía, que deleita tanto a grandes como a chicos.
Es un departamento en el que sus pueblos resaltan por su arquitectura colonial y por la facilidad de interactuar con ríos, cascadas, montañas y valles especiales para disfrutar en un viaje por esta región. Uno de los lugares más turísticos, pero que, además, se consolida como el municipio más alto de este departamento es Murillo, situado a unos 144 kilómetros de Ibagué; es decir, a más o menos tres horas de la capital tolimense.
La temperatura promedio es de 12 grados centígrados, predomina el clima de montaña andina y está a una altura de 2.950 metros sobre el nivel del mar, de acuerdo con información de la Gobernación del Tolima, en su página web.
Es un pueblo que está muy cercano al Nevado del Ruiz, por lo que uno de sus atractivos es la facilidad para apreciar este hermoso destino natural. La zona rural del municipio está organizada en 26 veredas y un corregimiento, las cuales se pueden visitar durante un viaje por el lugar.
Uno de los grandes atractivos de este municipio son las Termales de La Cabaña, que están ubicadas dentro del Parque Nacional Natural Los Nevados. Allí los viajeros pueden disfrutar de piscinas de aguas termales con una vegetación superficial de colores, y es una de las vías para conocer el Nevado del Ruíz. Se pueden realizar cabalgatas y recorridos ecológicos donde es posible observar un bosque andino de alto páramo.
Luego de explorar estos termales, los viajeros tienen la posibilidad de emprender un recorrido que conduce a otros atractivos naturales del mencionado Parque, como la Quebrada de los 7 Colores, la Laguna Corazón y la Cascada de la Laguna, precisa el portal Travelgrafía.
La Quebrada de los 7 Colores desciende directamente de la montaña y se caracteriza por su singularidad, ya que sus aguas contienen azufre, creando un hermoso efecto que se traduce en un arcoíris de colores.
También está la termal La Campanita, en la cual se hace un recorrido en media montaña donde se puede observar un variado ecosistema, un bosque alto andino, el cañón del río Recio y avistamiento de la palma de cera.
Una laguna para admirar es El Escondite, ubicada en inmediaciones del casco urbano saliendo por la carrera 10. Junto a este lugar se han instalado elementos para el descanso y la reflexión. Cuenta con un mirador urbano denominado el Cerro de la Cruz donde se puede divisar todo el municipio.
En la zona rural de Murillo también es posible apreciar el Cañón del río Lagunilla. Desde ese punto se puede contemplar el Nevado del Ruíz y un dato clave es que por este cañón se encausó la avalancha de la tragedia de Armero.
En el caso urbano
En la parte urbana del pueblo está la Parroquia de la Medalla Milagrosa, un monumento arquitectónico, religioso y cultural; la Casa Murillo, otro monumento cultural y arquitectónico de estilo colonial, un espacio cargado de historia alrededor de la conservación y protección ambiental, el turismo sostenible y la cultura y el Parque principal, que es el punto sociocultural más importante de Murillo, donde se reúnen a su alrededor las instituciones más importantes y los pobladores comparten rodeados de bellos jardines.
Uno de los atractivos como sucede con otros municipios del país es su gastronomía. En Murillo los viajeros tienen la posibilidad de disfrutar de un rico café, trucha o carne de ovejo preparada por las familias de la región y también es común probar la tradicional torta de papa criolla, además de papas rellenas que contienen arveja, carne, pollo y arroz, entre muchos otros platos que deleitan el paladar de quienes llegan al lugar.