El Eje Cafetero se caracteriza por ser un destino acogedor en donde los viajeros tienen la posibilidad de conectarse con diversidad de atractivos naturales, mientras conocen y disfrutan de la cultura cafetera y las costumbres y tradiciones de su gente.
Uno de sus departamentos es Risaralda, el cual cuenta con 14 municipios, divididos en tres subregiones. Cada uno de ellos tiene una serie de encantos que resultan imperdibles si se está disfrutando de un viaje por esta región del país. El más pequeño de todos es La Virginia, que tiene una extensión de 33 kilómetros cuadrados.
Esta población está ubicada a menos de una hora de Pereira y es ideal para quienes quieren realizar un plan de descanso, pero también de aventura, pues allí se pueden realizar actividades al aire libre, en medio de un entorno natural.
La Virginia está rodeado por los ríos Cauca y Risaralda, un punto a favor que le ha permitido convertirse en polo de desarrollo para la región. En este lugar, tanto visitantes como habitantes tienen la posibilidad de realizar paseos en lancha por el río Cauca, además de practicar senderismo y hacer avistamiento de aves.
Uno de los atractivos en este municipio risaraldense es el Puente Bernardo Arango, que se caracteriza por ser colgante sobre el río Cauca y patrimonio del departamento por su valor histórico. Se construyó entre 1925 y 1928 por el ingeniero por el que lleva su nombre.
Por sus características, cientos de turistas acuden a este sitio los fines de semana para tomarse fotos al lado de esta imponente estructura metálica y también para observar a decenas de bañistas que realizan clavados desde lo más alto del puente, con el fin de recibir un pago en pesos.
De acuerdo con información de la Alcaldía del municipio, en su página web, los ríos Cauca, Risaralda y algunas quebradas como Guásimo y Cañaveral son alternativas para que los visitantes o habitantes del pueblo disfruten de recreación a bajo costo, realizando actividades como la pesca, baño en estanques naturales y preparación del típico plato en las orillas de estos afluentes, o lo que se conoce como el “paseo de olla”.
Distrito Guásimo
Una razón más para visitar el pueblo más pequeño de Risaralda es conocer el Distrito de Manejo Integrado Guásimo, que es una zona de conservación y recuperación, con 9 puentes de hasta 17 metros, elaborados de guadua por los mismos habitantes de las veredas cercanas y el municipio. Es un lugar acogedor para conectarse con la naturaleza y disfrutar de una experiencia diferente, admirando el trabajo que realizan las comunidades con la guadua, uno de los recursos naturales de la región.
Otro de los atractivos de este municipio es el parque central del pueblo, que es un punto obligado de esparcimiento y descanso de sus habitantes, pero también para quienes llegan de visita. A su alrededor se concentra gran cantidad de discotecas y tabernas y se le reconoce porque es allí en donde se realizan las festividades que tienen lugar en la población.
También es de admirar la iglesia Nuestra Señora del Carmen, ubicada en todo el centro del municipio, frente al parque central. Se dice que el padre Antonio José Valencia fue quien hizo las primeras bases del actual templo, el cual es considerado como uno de los más bonitos con los que cuenta el departamento de Risaralda.
Por último, la gastronomía es imperdible. Su cercanía con el río Cauca, permite tener una variedad de platos para que los turistas tengan una experiencia distinta en materia culinaria. Por ejemplo, es posible disfrutar del viudo de pescado en salsa o el patacón relleno.