El Eje Cafetero es una de las regiones en donde abundan los pueblos coloniales y aquellos que destacan por sus coloridos balcones, adornados con flores, que pueden observarse en un recorrido tranquilo por sus calles empedradas.
Una de esas poblaciones típicas cafeteras que los viajeros no deberían perderse la oportunidad de conocer en un viaje por esta región es Salamina, ubicado a solo 76 kilómetros de Manizales, capital del departamento de Caldas.
Es un lugar conocido por la fabricación de cobijas, ruanas y tapices, pero también es un destino ideal para descansar y disfrutar de una buena gastronomía, además de realizar muchas actividades que permiten el descanso y los buenos momentos al lado de la familia o los amigos.
En este pueblo destacan sus calles empedradas, sus antiguas casas con techos de teja y sus balcones coloniales perfectamente decorados. Uno de los aspectos importantes, de acuerdo con el portal Colombia Travel, es que ha sabido preservar su cultura tradicional, convirtiéndose en un destino ideal para quienes buscan un escape tranquilo y lleno de historia, para disfrutar degustando una buena taza de café.
Arquitectura para admirar
Es un destino ideal para los amantes de la historia y la arquitectura, pues sus construcciones son dignas de admirar. Destacan las casas con fachadas blancas y balcones de colores vivos en los que las flores no pueden faltar. Este aspecto característico ha llevado a que Salamina sea conocida como un lugar único dentro del turismo rural en Colombia.
La Iglesia de la Inmaculada Concepción, ubicada en la plaza principal, es uno de los monumentos religiosos más destacados, reflejando el estilo neoclásico que domina la arquitectura local.
Este templo se caracteriza por algunas particularidades. Por ejemplo, la historia indica que se empezó a construir en 1860 por proposición del sacerdote Francisco Antonio Isaza. La fachada es reconocida como uno de los más bellos conjuntos arquitectónicos del estilo románico y la torre imita la del Templo de Salomón. Su interior está decorado en madera tallada y, además, posee hermosos vitrales.
Otro atractivo imperdible es la Casa de la Cultura, la cual cuenta con una biblioteca, salón de conferencias y un salón de exposiciones. Es un lugar en el que se realizan toda clase de eventos culturales como exposiciones de arte, talleres, cursos, artesanías y otros eventos más.
En Medio del Parque central del pueblo está el kiosko, un espacio que mezcla arabescos, filigranas y calados en madera. Es el centro de reunión de los habitantes de Salamina y, sin duda, llama a que los viajeros también lo conozcan y disfruten de un momento agradable en ese lugar.
Por último, en el casco urbano está el cementerio, el cual guarda una historia particular, pues por años estuvo dividido en dos partes: el lado de los ricos y el de los pobres. El portal Viaja por Colombia indica que en 1976 Monseñor Luis Enrique Hoyos tomó la decisión de derribar el muro que efectuaba la división, quedando así un único cementerio para todos, independiente de la condición económica o social de quien va a permanecer en esa morada.
Atractivos naturales
Además de admirar su arquitectura, en la zona rural diversos atractivos esperan por los viajeros que les gusta la aventura y el contacto directo con la naturaleza. Los visitantes pueden disfrutar de caminatas por los senderos naturales que rodean el pueblo o visitar el Mirador de Salamina, desde donde se puede admirar el extenso paisaje cafetero colombiano.
En la lista de posibilidades está el Bosque Natural Palma de Cera La Samaria, ubicado en el corregimiento de San Félix, a una hora y media del pueblo. Es un sitio en el que las palmas alcanzan grandes alturas tras más de 60 años de crecimiento. Allí los visitantes pueden tener una experiencia cercana y de conocimiento con el denominado árbol nacional.