Ir de vacaciones o por un fin de semana al Eje Cafetero es una decisión que muchas personas toman, pues se trata de una región agradable, llena de naturaleza, con lindos paisajes y muchos aspectos culturales que llaman la atención tanto de los habitantes como de los viajeros.

En esta zona del país se encuentra el departamento de Caldas y allí un municipio que destaca por su belleza colonial y que, además, forma parte de la Red Turística de Pueblos Patrimonio, que se caracteriza por su autenticidad y potencial turístico.

Se trata de Salamina, que es reconocido por sus calles empedradas, sus antiguas casas con techos de teja y sus balcones coloniales adornados con flores y que es llamado ‘La ciudad Luz’. Es un lugar tranquilo e ideal para quienes disfrutan de lugares culturales y llenos de historia.

Salamina es considerado uno de los pueblos más bonitos del Eje Cafetero. | Foto: Getty Images

Las viviendas destacan por las fachadas blancas, las puertas de madera tallada y balcones coloridos que son un recordatorio de la rica historia colonial de la región, precisa el portal Colombia Travel. La Iglesia de la Inmaculada Concepción, ubicada en la plaza principal, es uno de los monumentos religiosos más destacados, reflejando el estilo neoclásico que domina la arquitectura local.

Al recorrer por sus calles, los visitantes pueden apreciar los balcones de colores vivos y decorados con flores, lo que le da vida a este lugar mágico en el que los turistas también pueden disfrutar de algunos atractivos rurales.

Es importante apreciar la Plaza de Bolívar, en donde destaca la Iglesia, que es una edificación con una arquitectura neoclásica con detalles góticos y en su interior exhibe vitrales coloridos y una gran nave central.

Salamina es uno de los pueblos más lindos del país y patrimonio de Colombia. | Foto: Gettyimages

También en el casco urbano está la Casa de la Cultura, lugar en donde los viajeros pueden apreciar una colección histórica de fotografías y documentos que narran lo que ha sucedido con el pueblo y su gente. Además, la casa en sí misma es una obra de arte, gracias a que conserva bien su arquitectura.

Para los amantes de la naturaleza

Para los amantes de la naturaleza, está el Alto de las Cruces, un mirador que proporciona panorámicas de esta población y sus alrededores. Para llegar a este punto, los viajeros interactúan con una vegetación exuberante, en medio de caminatas, en las que es posible apreciar diversidad de especies tanto de flora como de fauna. Una vez en la cima, los visitantes pueden disfrutar de un momento de tranquilidad mientras contemplan la belleza de esta región.