El Eje Cafetero se ha consolidado como una de las regiones más visitadas de Colombia. Allí los viajeros pueden disfrutar de sus hermosos paisajes cafeteros, montañas, historia, cultura y particularmente de la belleza de sus pueblos, muchos de los cuales conservan sus construcciones con arquitectura colonial.
Tanto en Quindío, como en Risaralda y en Caldas, los turistas tienen la posibilidad de conocer y admirar museos, iglesias y casas con una infraestructura conservada que evoca épocas históricas y arraigadas culturas que cautivan a propios y extraños.
En Caldas, específicamente, hay dos pueblos que fueron reconocidos como Patrimonio de Colombia, debido a que tienen una arquitectura diferenciada, una cultura autóctona, gastronomía propia, entorno natural, y conservan parte de la historia y del desarrollo del país, según el Ministerio de Industria y Turismo. Se trata de Aguadas y Salamina.
Aguadas
El portal Pueblos Patrimonio indica que Aguadas es un municipio con un importante número de atractivos culturales en su centro histórico, el cual fue declarado Monumento Nacional en 1982. De igual forma, los viajeros tienen la posibilidad de apreciar parajes naturales, parques, iglesias, cerros e incluso vestigios arqueológicos.
Este pueblo patrimonio también es muy reconocido por ser la cuna del sombrero aguadeño, que es elaborado en palma de iraca, el cual se constituye en uno de los bienes de interés cultural que destacan de esta población y por ello no es extraño que allí esté el Museo Nacional del Sombrero, donde se recrea parte de la historia del municipio. En Aguadas también se realiza el Festival Nacional del Pasillo, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2005.
El municipio está ubicado a un poco más de 120 kilómetros de Manizales y es un lugar rodeado de naturaleza en el que se pueden apreciar paisajes de cultivos de café, plátano y caña de azúcar. Destaca por su arquitectura colonial, con calles empedradas y muy colorido.
Salamina
Además de ser pueblo patrimonio, hace parte del Paisaje Cultural Cafetero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011. Salamina es reconocido por tener una arquitectura típica de la colonización antioqueña, en la que prevalecen los balcones adornados con flores y las calles estrechas.
Es una población que atrae por su herencia cultural y su patrimonio arquitectónico, además de su gastronomía y artesanías autóctonas y sus lindos paisajes, precisa el portal Red Turística de Pueblos Patrimonio.
En el casco urbano, destacan las casas construidas en bahareque y tapia, coloridos balcones adornados con materas con flores de colores y portones tallados. El interior de las casas, es un acogedor recinto donde se conjuga la naturaleza con la arquitectura.
A las afueras, los viajeros tienen la posibilidad de observar y disfrutar de la naturaleza con diferentes sitios para visitar y acercarse a la cultura cafetera. Uno de los destinos que no debería faltar en la agenda es el Bosque Natural Palma de Cera La Samaria.