Situada en el centro de Colombia, Cundinamarca es una región ideal para los amantes del ciclismo por su combinación de paisajes naturales impresionantes, riqueza cultural y una variada oferta de actividades turísticas.
Cada año, este departamento atrae a visitantes tanto locales como internacionales gracias a su diversidad geográfica y su patrimonio histórico, aunque una de las razones principales para visitarlo es su espectacular naturaleza.
Entre sus sitios de interés más emblemáticos se encuentran los cerros de Guadalupe y Monserrate, ubicados en Bogotá, que ofrecen vistas panorámicas inigualables. Por su parte, el Salto de Tequendama, una majestuosa cascada de 157 metros de altura, y la Laguna de Guatavita, un místico lugar relacionado con la leyenda de El Dorado, son otros destinos encantadores para visitar.
El plan perfecto para compartir con un amigo en Cundinamarca
Explorar esta joya natural puede ser más sencillo de lo que imagina usando la bicicleta, un medio de transporte tradicional y sostenible, que además brinda la oportunidad de recorrer cada uno de sus pueblos coloniales como Villa de Guaduas, Girardot y Fusagasugá.
Todo esto es posible gracias a que Cundinamarca es un lugar privilegiado para los amantes del ciclismo por su topografía variada, brindando diferentes turas para todos los niveles, desde principiantes hasta expertos en este deporte.
Rutas de ciclismo para principiantes
- Parque Natural Chicaque: este sitio cuenta con varios caminos suaves y encantadores paisajes, perfecto para compartir con familiares o amigos que inician en el ciclismo de montaña.
Nivel intermedio
- Ruta del Tequendama: el trayecto inicia desde Bogotá y ofrece una gran diversidad de paisajes que desafían las habilidades de un ciclista de nivel intermedio. Es la mejor para aquellos que buscan mejorar su resistencia.
- Boquerón y Lourdes: inicia desde La Caro con 370 metros de elevación, una excelente opción para ciclistas que buscan desafiar sus habilidades sin necesidad de llegar a lo extremo.
Nivel avanzado
- El Alto de Patios: esta ruta cuenta con una elevación considerable, ideal para los amantes del ciclismo con una condición física más resistente y experimentada.
- Madrid y Alto del Vino: durante esta ruta los ciclistas pueden apreciar mágicos paisajes y respirar aire puro. Cuenta con una distancia de 110 km.
- Capilla de Siecha y Guasca: es una ruta circular que arranca desde Eduardo Briceño, atravesando por terrenos pavimentados y experimentando un ascenso de 1.120 metros, de acuerdo con el portal El Observador.
- Alto de las arepas desde Guasca: este recorrido tiene una distancia de 73,53 km, según el sitio Wikiloc, con un desnivel de 883m.
Consejos que debería tener en cuenta para organizar este plan
Con el propósito de que la experiencia sea más agradable, se recomienda que cada ciclista lleve su equipo de seguridad correspondiente, incluyendo el casco y un kit de reparación básico en caso de presentar un leve accidente o daño en la bicicleta.
También se aconseja llevar agua y una toalla personal para secar el sudor y, por supuesto, verificar si el vehículo de dos ruedas se encuentra en perfecto estado para realizar este tipo de recorridos haciendo un mantenimiento previo.