Abril de 2019 fue un momento funesto no solo para los parisienses, sino para el mundo entero, pues uno de los monumentos más importantes del turismo mundial estaba a punto de desaparecer ante un devastador incendio.
Fueron 5 años los que duraron reconstruyendo este ícono del arte y hoy, 7 de diciembre, finalmente vuelve y abre sus puertas para que cientos de turistas puedan volver a contemplar esta majestuosa obra de arte.
Una noticia que el mundo esperaba
“Se trata de un gran momento, muy esperado por todo el mundo”, declaró Olivier Josse, secretario general de la catedral. “A la gran alegría de la reapertura corresponde una intensa expectación, manifestada por el deseo de venir a redescubrir Notre Dame. Si tengo que usar una sola palabra, es paciencia: todo el mundo tendrá que mostrar paciencia”.
Y es que la buena noticia ha atraído a personas de todas partes del mundo, quienes quieren recorrer cada una de las partes de esta catedral en Francia y mirar los resultados de este arduo trabajo artístico.
Además, como una muestra de agradecimiento ante la labor hecha, se celebrarán varias misas, entre ellas una dedicada a los bomberos y obreros que resucitaron Notre Dame.
El número de visitantes previsto para volver a ver esta obra milenaria ha desbordado las expectativas. Antes del incendio, el monumento medieval acogía a unos 12 millones de personas al año. Tras su reapertura, se espera que el número de visitantes se dispare hasta los 15 millones.
“Todos los estudios que hemos realizado indican que unas 40.000 personas querrían visitar Notre Dame cada día”, explica Josse. “Eso es aproximadamente el doble de la asistencia diaria a Versalles o al museo del Louvre” (...) “Nuestra responsabilidad es garantizar una experiencia fluida y cómoda a los visitantes y fieles, por lo que estamos aplicando toda una serie de medidas para su recepción”.
Lo nuevo que encontraran los visitantes en Notre Dame
La entrada a Notre Dame siempre ha sido gratuita, pero ahora tendrá la posibilidad de reservar en línea una franja horaria específica, unos días antes de su visita, a través de una plataforma de reservas.
Durante los seis primeros meses, el acceso estará limitado a particulares y no a grupos. Además, la catedral lanzará una aplicación móvil con información educativa en tres idiomas, la cual se ampliará a seis en el futuro.
Una vez logre ingresar, con toda seguridad quedará asombrado ante el cambio, pues se podrá admirar una edificación restaurada y sobre todo con una iluminación excepcional.
Además, la piedra caliza luteciense de la catedral estará limpia de la suciedad acumulada a lo largo de los siglos, por lo que resplandecerá acentuada por el color ocre original.
De igual manera, se han realizado mejoras significativas en cada detalle de los frescos y del icónico suelo ajedrezado. Las campanas, que fueron retiradas del campanario, fueron limpiadas del polvo de plomo y restauradas en la misma fundición normanda donde se crearon originalmente.
Además, un avanzado sistema de iluminación de alta tecnología se ha incorporado para resaltar aún más la majestuosidad del espacio.
Por otra parte, se cuenta con un nuevo circuito de visitas que busca aportar una experiencia más cohesiva y educativa, según explica el rector Olivier Ribadeau Dumas. Los visitantes ingresarán por el portal central del Juicio Final en un viaje que incluirá pinturas y esculturas que narran el Antiguo Testamento y escenas cronológicas de la vida de Cristo, culminando en la resurrección.
El punto más destacado será la exhibición de la Corona de Espinas, una reliquia preciosa que anteriormente estaba ubicada en la Sala del Tesoro, la cual ahora se presenta en un elaborado relicario diseñado por Sylvain Dubuisson y situado en la capilla axial, ofreciendo un cierre imponente y espiritual al recorrido.