Caminar por las calles empedradas de la ciudad de Quebec es sumergirse en un viaje en el tiempo, visitando sitios emblemáticos que se mantienen intactos con el paso de los años, cautivando a los turistas con su estilo arquitectónico e historia.
Aunque en sí la ciudad ya es un atractivo turístico maravilloso para explorar, está compuesta por una serie de atracciones que la hacen mucho más interesante para visitar, todas situadas en una misma área histórica.
Desde las calles adoquinadas del Viejo Quebec hasta las innumerables panaderías que elaboran croissants con mantequilla, los turistas de la metrópolis pueden disfrutar de una amplia oferta de entretenimiento no solo para conocer su rica historia, sino también para participar de tradiciones ancestrales a través de festivales animados.
Otro plan infalible en este destino es visitar sus espacios verdes que sirven como parques infantiles durante todo el año, además son lugar ideal para una escapada de fin de semana con un toque de estilo europeo.
De este lugar no se puede ir sin probar su gastronomía en los innovadores restaurantes que tiene. Por eso, con el propósito de que organice mejor su itinerario, a continuación se mencionan diez de las mejores cosas para hacer en la ciudad de Quebec durante su próximo viaje.
Planes para hacer en este destino de Canadá
Recorrido por el viejo Quebec
Fue fundado en 1608 por el explorador francés Samuel de Champlain. El Distrito Histórico del Viejo Quebec es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y se caracteriza por ser la única ciudad completamente amurallada del continente al norte de México, destaca el medio especializado en viajes Travel+Leisure.
En este mismo sitio web recomiendan dirigirse al centro de información turística en la Ciudad Alta, frente al Fairmont Le Château Frontenac, para unirse a un recorrido histórico a pie con Tours Voir Québec, o hacer una reserva para hacer recorridos un poco más privados.
Conocer el Parque de la Chute-Montmorency
A 272 pies de altura se encuentra la Cascada de Montmorency, una formación natural que sí o sí debe estar en sus planes para visitar en Quebec. Al observarla, varios turistas suelen quedar asombrados porque descubren que existe una cascada que es más grande que las imponentes Cataratas del Niágara.
Además, se puede disfrutar de una espectacular vista y los más aventureros pueden subir a uno de los tres de Via Ferrata, haciendo paradas en los miradores que se encuentran a lo largo del camino.
Explorar el barrio Petit Champlain
Esta es una de las calles comerciales más antiguas de Norteamérica, que ha sido reconocida como una de las calles más hermosas de Canadá, según comentó Geneviève Guay, conserje principal del Auberge Saint-Antoine en el medio citado anteriormente.
Este distrito se caracteriza por su inconfundible ambiente europeo y una interesante mezcla de tiendas y restaurantes, con galerías de arte en antiguos edificios de piedra.
A estos planes se suman los Páramos de Abraham, que se encuentran en el Parque central de la ciudad, ofreciendo una zona verde perfecta para reconectarse con la naturaleza. También es importante hacer una parada en el Santuario Sainte-Anne-de-Beaupré, pues su arquitectura es increíble por sus 350 años de antigüedad.
Disfrute al máximo su viaje a Quebec y no se quede sin visitar el Musée de la Civilisation y el Musée National des Beaux-Arts, dos de los museos más famosos de este destino.