A solo 90 minutos de Bogotá se encuentra el mágico pueblo de Nemocón, destino al que se le reconoce porque en su territorio alberga la Mina de Sal, un espacio natural lleno de historia, en el que los viajeros pueden vivir diferentes experiencias.

Es un lugar ubicado a unos 80 metros bajo tierra, en donde los turistas tienen la posibilidad de realizar un recorrido de 1.600 metros por túneles por los que en el pasado se extrajeron miles de toneladas de sal. En estos túneles subterráneos se recreó la experiencia vivida por los 33 mineros chilenos que quedaron atrapados en la Mina de Cobre San José, en Chile, en 2010. Aquí se filmaron escenas clave de Los 33, la película que contó este emotivo rescate, que paralizó al mundo.

Durante la visita a la Mina es posible conocer la locación exacta donde se realizó la filmación, llevando a los visitantes a revivir la tensión y el drama de una de las operaciones de rescate más asombrosas de la historia reciente.

La Mina de Sal de Nemocón es uno de los grandes atractivos para visitar muy cerca de Bogotá. | Foto: Guillermo Torres Reina

De acuerdo con información oficial de las autoridades de este pueblo, ubicado a menos de dos horas de Bogotá, visitar este lugar es una oportunidad única para adentrarse en el misterio y la magia de la tierra, mientras se revive un momento histórico de la humanidad.

Uno de los sitios imperdibles para visitar es el Museo de Historia de la Sabana, un espacio en el que se puede conocer sobre la formación de la sabana cundiboyacense, los minerales que la conforman y otras características de la región. Este punto está ubicado en las instalaciones de los antiguos talleres de metal mecánica de la original explotación industrial, construidos a finales del siglo XIX.

Hoy, este lugar se alberga una exposición permanente sobre la evolución geológica de la región que hace más de 140 millones de años era un gran mar, origen de los depósitos de sal que se encuentran en el centro del país.

Museo de Historia de la Sabana, en Nemocón. | Foto: Daniel Reina - Semana

Desierto de Checua

Como si fuera poco, en este municipio de Cundinamarca se encuentra una gran muestra de bosque seco, con formaciones arenosas que construyen cárcavas, estoraques y monolitos, un lugar que no tiene nada que envidiarle a los paisajes que se aprecian en el desierto de Sahara.

En Nemocón es posible visitar el Desierto de Checua o también llamado desierto de La Tatacoita. La aventura inicia en el centro del pueblo, donde se aborda un vehículo que traslada al viajero al lugar en el que guías del pueblo entregan un kit de hidratación y en su compañía se realiza una caminata de tres horas por este increíble lugar, tras haber adquirido los tiquetes de ingreso.

En el recorrido es posible conocer sobre la historia natural de este lugar, la importancia de la sal y su relación con los bosques secos en Nemocón, así como sobre la historia de las primeras civilizaciones que ocuparon la sábana de Bogotá y, en general, en torno a la riqueza cultural que tiene esta población en donde se han encontrado restos fósiles de amonitas de más de 100 millones de años, ictosaurios y plesosaurios, lo que lo convierte en un destino con una gran importancia paleontológica.

Desierto de Checua, en Nemocón-Cundinamarca. | Foto: Guillermo Torres Reina

También se han encontrado elementos de civilizaciones que tienen más de 12.000 años, restos líticos de nómadas cazadores y recolectores, huesos fosilizados de megaterios y mastodontes que caminaron y eran cazados en estas tierras.

Uno de los aspectos más importantes a este mágico lugar es entender el riesgo al que actualmente se ven enfrentados los bosques secos, los cuales son determinantes para la sostenibilidad del agua. Allí se encuentran más de 35 microcuencas, que surte en gran parte la planta de tratamiento de Tibitoc.

Por esta razón, los guías cuentan sobre las amenazas, las causas y los proyectos de restauración que tiene el lugar; sin duda un viaje cargado de historia y de naturaleza.