Viajar cuando se trata de vacaciones o de trabajo puede resultar una gran experiencia para muchos, pero también convertirse en un dolor de cabeza si no se toman decisiones adecuadas en diferentes frentes, por ejemplo, el equipaje.

La mayoría de aerolíneas tienen normas relacionadas con el peso y tamaño de las maletas que van tanto en la bodega como en la cabina y los cobros por el transporte de equipaje cada vez se vuelve más frecuente. Esto ha generado que los viajeros prefieran llevar solo una maleta de mano con la idea de no cancelar cargos extra, por lo que los compartimentos superiores de la cabina de los aviones se llenan con relativa rapidez.

A esto se suma que hay viajeros a los que no les gusta hacer fila para esperar a que sus maletas salgan en la cinta y por ello prefieren llevar consigo su equipaje, lo que hace que un número mayor de pasajeros pongan sus maletas en la cabina.

Hay elementos que no pueden ir en el equipaje de mano. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Ante esta situación, es frecuente que al abordar las personas no encuentren espacio justo encima del puesto que les correspondió para sentarse, lo que hace se deba ubicar el equipaje en cualquier otro lugar que no necesariamente resulta el más apto y cómodo y más si la silla está asignada en la parte trasera de la aeronave.

En este proceso, lo mejor es tratar de poner el equipaje en un lugar adecuado antes de buscar la silla. Si esto no se hace, es posible que el viajero termine dejando sus maletas detrás de donde se está sentado, lo que lleva a que cuando el vuelo aterrice y sea hora de desembarcar, no sea tan fácil recogerlas.

Esto lleva a que la persona deba esperar a que todos los que están detrás, en las sillas posteriores, recojan su equipaje y bajen del avión. La otra opción es pararse rápidamente antes de que los demás lo hagan para poder coger la maleta y evitar tener que quedarse a bordo por mucho tiempo y más si se tiene afán. Ante esta situación, lo mejor es estar atento a los espacios libres que es posible encontrar antes de llegar al asiento y, de esta forma, se ahorrará tiempo y complicaciones en el vuelo.

Los líquidos en el equipaje de mano no deben ser superiores a 100 mililitros. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Otras recomendaciones

Para minimizar las molestias que pueden generarse en un vuelo por cuenta del transporte del equipaje, es clave en el momento de empacar, tener en cuenta no solo las normas y restricciones en materia de peso y dimensión, sino también lo que se puede y no llevar en el equipaje.

Por ejemplo, los líquidos no deben ir en envases de más de 100 mililitros y tampoco se pueden llevar artículos punzantes o con filo, entre muchas otras recomendaciones. En este punto es importante validar con la aerolínea correspondiente para evitar “dolores de cabeza” en el momento de pasar los controles del aeropuerto.