Viajar al extranjero puede ser el sueño de muchas personas. Tener la posibilidad de conocer otros destinos, culturas diferentes y disfrutar de nuevas experiencias es un plan que para muchos resulta imperdible.
Sin embargo, para no tener que someterse a dolores de cabeza, es clave, antes de viajar a un nuevo destino, investigar previamente sobre los precios, costumbres y los peligros potenciales a los que se enfrentan los viajeros. Esto puede prevenir que se presenten situaciones incómodas o peligrosas y reducir el riesgo de ser víctima de un fraude o una estafa, situaciones que son más comunes de lo que se cree.
Antes de ir al exterior, también resulta importante asegurarse de obtener información sobre el transporte público, las tarifas de los taxis y las atracciones turísticas para evitar ser engañado con precios que no corresponden a la realidad. Un punto importante es ubicar hospedaje cerca de líneas de metro o de cercanías en las ciudades que se van a visitar, pues usualmente se trata de medios de transporte más seguros. Estos son algunos de los fraudes o estafas frecuentes.
Problemas con los taxis
Uno de los inconvenientes más comunes a los que se enfrentan los viajeros en el exterior es a los cobros excesivos por cuenta de los taxistas. Es una forma de fraude o estafa muy recurrente en muchos países. Para evitarlo, la recomendación es utilizar servicios de transporte recomendados por el hotel, radiotaxis o aplicaciones de transporte. Al tomar un taxi es importante negociar el precio antes de subir al vehículo y verificar que el taxímetro esté funcionando correctamente.
Ofertas con productos de lujo
Esto se dice que es algo que se presenta en naciones europeas. Esta forma de estafa se da cuando una persona bien vestida que dice trabajar para una marca de artículos de lujo, le enseña a los viajeros muestras de productos en su automóvil, según una advertencia de la página web Hotels. En este caso entregan, por ejemplo, de regalo un reloj, una chaqueta o un bolso. Luego finge que se le ha acabado la gasolina y le pide dinero al viajero, en sumas mayores de lo que vale el artículo de imitación.
Falsos policías
En las estaciones de tren o en otros lugares concurridos, alguien puede pedirle al viajero que le cuide su bolso por un momento. Esa persona regresa con un “oficial de la policía” que revisa la maleta y encuentra drogas en su interior. Las víctimas son presionadas a pagar para evitar el arresto, una forma de fraude que se vuelve muy común. Otra situación es que algunos ladrones se hacen pasar por policías, se acercan a los turistas y les piden ver la billetera y la identificación y terminan pidiéndoles dinero por alguna razón, algo que no hacen los policías reales.
Billetera
En este caso, los estafadores presentan una billetera y le preguntan al turista si se le cayó. Intentarán que el viajero la toque y luego aparecerá un cómplice acusándolo de robo, amenazando con llamar a la policía. Aquí el fraude se registra pidiendo dinero para que el problema desaparezca. O pueden pedir que el viajero muestre el dinero, como prueba de que no estaba tratando de robar, luego tomar el efectivo y salir corriendo.
Distracciones
La distracción a los viajeros es una de las estafas más comunes. El portal Viajes por Viajeros, indica que este fraude se basa en la simple situación de distracción. Los estafadores trabajan en equipo, mientras uno de ellos distrae el turista con alguna conversación o situación accidental, como un derrame de líquido o una petición de ayuda, otro trata de robar las pertenencias o al menos la billetera o el celular. Por esta razón, si alguien empuja fuerte o se desmaya muy cerca, lo mejor es huir o pedir ayuda.